Una vez ya no existe posibilidades de mejorar la plantilla con el mercado cerrado, la responsabilidad de lo que le ocurra al Espanyol recae en el entrenador y en sus jugadores. A diferencia de lo que muchos opinan, creo que el mercado de invierno blanquiazul ha sido mejorable, sobre todo por la falta de un extremo que desborde y que tan bien nos iría ahora. Pero ahora lo que toca es ir a muerte con los nuestros. Ya se pasarán cuentas cuando se tenga que pasar por una confección de plantilla que ha dejado bastante que desear.
Es el momento de ver cómo se mueve Diego Martínez con una plantilla parcheada. Tras quedarse Domingo Catoira a medias -por ser generosos- en la confección del equipo en verano, el técnico gallego ya tiene lo que quería, o al menos en gran parte, para la segunda parte de la campaña. Y de momento hay que decir que no lo está aprovechando.
Porque si pides a Fernando Pacheco, es para ir con Fernando Pacheco desde su llegada. Si ves que Nico Melamed no te rinde en banda, no lo pongas ahí y opta por un jugador que sí lo va a hacer, pese a que tengas poco donde elegir; Lazo, pese a su pobre nivel, al menos sí que ocupa esa posición de manera natural. Si tienes a Joselu Mato lesionado, no mandes a tus centrales a que lancen balones arriba para que los delanteros los bajen, porque ni Javi Puado ni Braithwaite tienen las características del gallego.
Son dos jornadas con los refuerzos del último día de mercado y en ninguna de ellas ha sido titular ninguno de los tres. “No están en las mejores condiciones”, declaró el técnico. Bien, seguro que Denis Suárez habría hecho algo más desde el primer minuto ante la Real Sociedad que Aleix Vidal. Esperemos que contra el Elche CF se atreva a poner, recuerden, a los que él pidió.
Desde el primer día, la llegada de Diego Martínez me cautivó. La mala planificación de la plantilla me hacía creer que estábamos quemando al mejor entrenador que hemos tenido en muchos años, pero con el paso del tiempo esa sensación ha ido desapareciendo. El ex del Granada CF ha pasado de parecerme un gran entrenador a uno más del montón, pese a que para el club no esté cuestionado.
Pero es nuestro entrenador, y con él voy a muerte. Es cierto que, como escribo al principio del artículo, no tiene la mejor plantilla posible a mi parecer, pero es el momento de que demuestre que me equivoco. Que la sensación que tenía con él a principio de campaña era la acertada. Que es capaz de sacar el máximo jugo posible a un equipo descompensado. Que es el gran entrenador que se presume que es y que sus decisiones poco acertadas en las últimas jornadas solo han sido equivocaciones. Diego, sácanos de ahí abajo.
