El Espanyol empieza a definir los movimientos de este inicio de verano, y entre las decisiones importantes figura la continuidad de Javi Hernández. El joven mediapunta barcelonés, que regresa tras su cesión en la SD Huesca, entra de lleno en los planes de Manolo González para el nuevo curso. Así lo ha explicado Quique Iglesias en Esports COPE, y la información encaja con lo que viene transmitiendo el propio club: hay confianza plena en su potencial.
Javier Hernández (Barcelona, 30/01/2004) vuelve a casa convencido de que está preparado para aportar desde el primer día. Después de debutar como profesional en Segunda división con el Huesca, Javi regresa al RCDE con más madurez, mayor bagaje competitivo y con el claro objetivo de consolidarse en la élite. “Disfruté mucho del fútbol con él”, decía hace unos días sobre Manolo González en una entrevista en Mundo Deportivo. No es una frase menor: bajo sus órdenes, en el filial, firmó 15 goles entre tantos (9) y asistencias (6) en apenas 24 partidos. Un impacto notable que no ha pasado desapercibido.
Garagarza ha transmitido al jugador que seguirá en el primer equipo, explica nuestro compañero. Y esa apuesta va más allá del discurso: el técnico lo quiere en la pretemporada y la dirección deportiva considera que está en condiciones de competir ya mismo por minutos en una posición donde la calidad marcará diferencias.
En paralelo, y según la misma fuente, el club habría resuelto también la situación de Hugo Pérez, central de 22 años recién fichado tras finalizar contrato con el Villarreal B. Su perfil encaja con la nueva hoja de ruta: joven, catalán, con experiencia en fútbol profesional y ADN formativo blanquiazul. Pero la acumulación de efectivos en su demarcación —Calero, Cabrera, Pablo Ramón, Miguel Rubio— le cierra momentáneamente el paso. Según ha detallado Quique Iglesias, la decisión con él ya está tomada: saldrá cedido para ganar experiencia y minutos.
El Espanyol mueve ficha con criterio. Hugo buscará crecer fuera, mientras Javi Hernández se queda con una misión clara: ganarse un sitio entre los mejores y devolver con fútbol la confianza que el club ha depositado en él.


