Ignasi Senabre se ha embarcado rápidamente en una nueva aventura tras su inesperada salida del Espanyol, con ganas de continuar su trayectoria profesional. El Cerdanyola ha elegido al ex técnico del filial para dirigir su fútbol base, permitiéndole utilizar sus métodos sin tener que lidiar con las restricciones que acabaron con su breve paso por el Espanyol, que dejó un par de lecciones tanto para él como para la entidad: el entrenador necesita terminar su formación y el club, gestionar mejor sus apuestas en el futuro.
📣 #NOTÍCIA
👤 Presentem a 𝗜𝗴𝗻𝗮𝘀𝗶 𝗦𝗲𝗻𝗮𝗯𝗿𝗲, nova incorporació a la direcció tècnica del futbol base.
👉🏻 Provinent del CE Europa i del RCD Espanyol, la seva trajectòria continua al Cerdanyola per reforçar l’àrea esportiva del futbol formatiu.
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— CERDANYOLA VALLÈS FC 💚 (@CERDANYOLAFC) October 15, 2024
Senabre dejaba de ser entrenador del Espanyol B hace unas semanas. El comunicado del club, que evitaba dar muchas explicaciones, hablaba de “motivos personales” para justificar la marcha del técnico que, tras solo tres jornadas, cerraba su fugaz etapa al mando del filial blanquiazul. Los motivos reales de su salida no tardaron en conocerse, revelando una situación bastante más compleja de lo que parecía en un principio.
Senabre llegó al Espanyol con la promesa de regularizar su situación federativa, ya que no contaba con la licencia requerida para dirigir en la categoría. En consecuencia, para cumplir con el reglamento, el club tuvo que incluir su papel de encargado de material en el acta del partido. A ojos de todos, él era el entrenador: dirigía los entrenamientos, organizaba las sesiones y hablaba en las ruedas de prensa, pero no figuraba como tal en los registros oficiales.
El Espanyol conocía esta situación desde el principio. Jaume Milà, que es coordinador de fútbol base, eligió a Senabre después de destacar en el Europa. El plan era del técnico actualizar y estandarizar sus calificaciones en el corto plazo. Sin embargo, obtener la licencia oficial no es un proceso rápido: el proceso puede llevar meses, incluso años. Tras la segunda jornada, la Federación Española de Fútbol (RFEF) emitió una advertencia al Espanyol por algunas actividades irregulares: sin margen de maniobra, ambas partes tuvieron que cancelar el trato, y lo que iba a ser una apuesta duradera se convirtió en una corta y decepcionante.