El empate a cero entre Girona y Espanyol dejó buen fútbol, ocasiones y paradas de mérito. Pero también tuvo otra cara menos agradable: la de los insultos cruzados desde la grada. Los pericos desplazados hasta Montilivi, enjaulados en la esquina visitante, se hicieron oír durante buena parte del partido y por momentos taparon a los más de 11.000 seguidores locales.
“¡Es el Barça B!”, la chispa que encendió todo
La primera gran descarga llegó mediada la primera parte, cuando desde el sector blanquiazul se escuchó con fuerza el cántico de “¡Es el Barça B!”. Aquello encendió a la grada local, que respondió de inmediato con un contundente “pu… Espanyol”. Y la cosa no quedó ahí: la réplica volvió desde la zona visitante y la tensión ya fue a más.
Insultos repetidos y ambiente caldeado
El cruce de cánticos no se quedó en una anécdota aislada. Durante diferentes fases del choque se repitieron gritos de “puta Gerona” desde el lado perico y de “puta Espanyol” y “odio al Espanyol” por parte de la hinchada gerundense. Una pelea de himnos improvisados que, más allá del folclore del fútbol, seguramente no pasará desapercibida para los comités.
Antiviolencia y LaLiga, con deberes
El ambiente subido de tono en las gradas obligará a esperar al informe que LaLiga elabore sobre lo ocurrido en Montilivi. Será la Comisión Antiviolencia la que deba valorar si se han traspasado las líneas rojas y, en consecuencia, decidir si corresponde abrir expediente o sancionar. Lo que está claro es que el otro derbi catalán, aunque sin goles en el campo, se jugó también en la grada y con un tono que dará que hablar en los despachos.
