La derrota en Butarque todavía escuece, y no es para menos. Fue un frenazo inesperado cuando todo parecía encaminado hacia la salvación matemática. Pero en el vestuario del Espanyol no hay tiempo para lamentos ni dramatismos. Así lo ha dejado claro este martes Javi Puado, que ha hablado con franqueza sobre lo que pasó en Leganés… y lo que viene este jueves: un derbi de alto voltaje ante el Barça.
El delantero perico no esconde que lo del pasado domingo fue un golpe duro. “Dolidos pero con ganas de que llegue el siguiente”, resume. Porque sí, la primera parte fue muy floja, pero el equipo sabe que quedan tres finales y la más inmediata es una que motiva a cualquiera: “El siguiente es un derbi, máxima importancia de puntuar, de llevarse los tres puntos que nos darían la salvación”.
Puado fue autocrítico y directo, sin rodeos ni excusas. “Yo lo llamaría una mala primera parte donde el Leganés aprovechó sus oportunidades, nosotros estamos muy mal, es la realidad”, reconoció. Aún así, quiso recordar que hubo momentos para meterse en el partido: “Tenemos ese momento en que podemos prácticamente empatar con el gol de Cheddira que es por muy poco el fuera de juego”. Pero eso no borra el mal inicio: “Es verdad que fue una mala primera parte”. —–Sobre las bajas, ni una excusa. El mensaje fue claro: “No es excusa tampoco, hay que ser autocríticos”. Han analizado el partido, han visto el vídeo y son conscientes de que hay cosas que corregir: “El juego posicionalmente y defensivamente no estuvimos bien y hay que rectificarlo”.
Pero Puado no se quedó en el pasado. Lo que tiene en la cabeza ahora es el derbi del jueves, y ahí no se negocia ni la actitud ni la ambición: “El equipo llega bien, es cierto que venimos de tres derrotas pero en Villarreal el equipo estuvo bien y ante el Betis también fue un buen partido”, apuntó. Sobre Butarque, lo tiene claro: “Hay que hacer borrón del otro día y afrontar el derbi con la máxima energía y ganas que merece un partido de este tipo”.
También se alineó con las palabras de Manolo González, que dijo que no estará tranquilo hasta que la permanencia esté sellada. “Estamos con el míster en eso, tanto los jugadores como la afición y el club no estaremos tranquilos ni vamos a dejar de intentarlo”, aseguró. Y dejó un deseo compartido por todos: “Espero que sea cuanto antes mejor y llevarnos la victoria”.
Para cerrar, Puado lanzó un mensaje que resume el sentir de la plantilla y de toda la afición: “Estamos muy concienciados, sabemos de la importancia que tiene un partido como éste para nuestra gente y para nosotros intentar dar el máximo”. Y, sin rodeos, lo dijo claro: “Jugamos en casa, somos el Espanyol y esperamos ganar”.
Así, sin épica vacía ni discursos grandilocuentes. Solo con convicción, trabajo y respeto por la camiseta. Porque este jueves, más que nunca, hay que salir a por todas.