Javi Puado no es solo un jugador más en la historia reciente del Espanyol. Con su compromiso, su garra y sus goles, se ha convertido en una pieza clave para el equipo. Y ante el Girona, alcanzó una cifra que pocos pueden presumir: 200 partidos oficiales con la camiseta perica. Un número que refleja su camino, con altibajos, pero siempre con el orgullo de defender al club de su vida mientras el entorno vive con la lógica inquietud la indefinición respecto a su futuro; libre desde enero para negociar con cualquier otra entidad dónde seguir su carrera, su cariño al club le ha hecho esperar a saber dónde jugará el RCDE el próximo curso antes de tomar una decisión al respecto.
“Me acuerdo del primer día contra el Celta en Balaídos, empatamos, uno de los días más felices de mi vida”, rememora Puado en declaraciones a Espanyol Media. “Desde pequeño sueñas con llegar a Primera, debutar… Tuve la suerte de poder hacerlo y muy contento. Ahora son 200 partidos, tanto en Primera como en Segunda, con momentos súper bonitos que hemos vivido y otros no tan buenos, pero siempre con orgullo”. Y es que si algo define su trayectoria, es la perseverancia. Ha vivido la cara y la cruz del fútbol, pero siempre con la misma entrega.
Si hay un recuerdo que destaca por encima de los demás, es el ascenso. O mejor dicho, los ascensos. “Yo me quedo con los goles contra el Oviedo por la importancia que tenían para el club, la afición y sobre todo para nosotros tras una temporada difícil. En el primer ascenso estuvimos más cerca todo el curso del objetivo, y el año pasado costó más pero se consiguió. Fue increíble, la gente lo vivió con muchas ganas y yo siempre me acordaré”. Y cómo olvidarlo, si aquel doblete contra el Oviedo en el RCDE Stadium encendió la mecha de ascenso muy sufrido.
Pero no solo los ascensos marcan su historia en el Espanyol. “Hay muchos recuerdos de clasificarnos para Europa, goles… Porque siempre que marco son importantes. Pero tanto el día del debut como el ascenso e ir a la Europa League son los momentos más especiales con esta camiseta”. Europa, un sueño que ahora parece lejano pero que sigue siendo un objetivo de futuro para un club que debe aspirar a más.
Uno de los datos que más enorgullecen a Puado es ser el máximo goleador en la historia del RCDE Stadium. “Contento, creo que fue a mitades de este año cuando me llegó que era el máximo goleador del estadio. Como delantero me encanta hacer goles y ayudar al equipo. Tener ese premio de ser el máximo goleador del estadio me enorgullece de mí mismo y de todos los compañeros que me han ayudado a conseguirlo”. Un reconocimiento que habla de su impacto en el equipo y del peso que ha ganado con el paso de los años.
Más allá de los números, lo que realmente valora es la estabilidad y el sentimiento de pertenencia. “Desde pequeño sueñas con debutar en Primera división, pero lo difícil es mantenerse. Lo he podido hacer hasta ahora y estoy contento de estar aquí, cómo me trata la gente, el día a día en mi casa… Está claro que es un orgullo poder llegar a asumir este nivel, tanto para el club como para los compañeros y la afición”. Y es que Puado no es solo un jugador del Espanyol; es un perico de cuna que ha cumplido el sueño de muchos.
Sobre el partido ante el Girona, en el que cumplió los 200 encuentros, reconoce que le faltó la guinda del gol: “Muy contento, pero me faltó el gol. Como delantero y ambicioso que soy, me gusta marcar, pero fue un buen partido tanto individual como colectivamente. Fue una pena que se nos escapasen dos puntos, pero hicimos un buen partido. Estamos en una buena dinámica, estamos bien y ahora viene lo mejor”. Con el equipo peleando por la permanencia, sabe que cada punto es oro: “Necesitamos la intensidad de cada uno que integramos la plantilla, sabemos de la necesidad que tenemos de mantenernos en Primera división. Es vital que todos estemos al 100% e intento dar lo máximo en cada partido. Es cierto que salió un buen partido individualmente, pero ahora hay que intentar hacerlos lo mejor posible en los próximos 10 partidos. Intentar ayudar al equipo como sea: con goles, con trabajo… Lo importante es que el equipo logre el objetivo”.
El próximo reto es el Mallorca, una visita que siempre tiene su miga. “Un partido duro, siempre que vamos allí es complicado. Hay una buena rivalidad, tanto en Primera como en Segunda nos hemos encontrado los últimos años. Va a ser un partido difícil. Están haciendo bien las cosas, tienen buenos jugadores, pero somos el Espanyol y vamos a ganar, a conseguir los tres puntos y seguir sumando”. Un mensaje claro y sin rodeos. Confianza y ambición.
El camino no será fácil, pero Puado lo tiene claro: “Hay que dar lo máximo hasta el final. Hasta el final va a ser complicado. Estamos fuera del descenso pero cerca en puntos, hay que mirar hacia arriba y confiar. Somos capaces de hacerlo bien, ganar partidos y conseguirlo”.
200 partidos después, Puado sigue siendo ese chaval que debutó en Balaídos con la misma ilusión. Ahora, con más experiencia, con más goles y con un único objetivo: seguir sumando para ayudar al Espanyol a seguir donde merece, en la élite del fútbol nacional.