Francesc Bonet fue el encargado este jueves de poner voz al sentir de buena parte del espanyolismo en La opinión del día de La Grada Ràdio. Y lo hizo dejando claro que el capítulo Joan García y su marcha al Barça ya está más que cerrado para él. “Por fin se acabó la pesadilla, el culebrón”, arrancó, con un suspiro de esos que suenan a alivio profundo. “Nosotros ahora a hacer la nuestra con la pasta que nos han ingresado, y a olvidarnos de esta persona y poco más”.
Pero si hay algo que a Bonet le sigue escociendo, más allá de la traición en sí, es el tono moralizante que ha llegado desde el entorno culé: “Sí que hay una cosa que me molesta soberanamente, y es que parece que los afines al otro club nos tiene que estar explicando cómo comportarnos, lo que sentir o lo que decir”. Y es que, como bien remarca, lo que ha dolido no es solo el destino, sino las formas: “Es una persona que se besó el escudo el último día y que a todo el mundo le decía que no se iba a ir al FC Barcelona… y al final se ha ido. Este es el gran problema, las formas con las que se ha ido y la mentira en que hemos vivido en el último tiempo. Pero bueno, que se vaya, y ahora, a utilizar la pasta de la mejor manera posible”.
Dicho esto, Bonet prefiere ya mirar al frente. Y lo hace con cierta esperanza, depositando su confianza en quien ahora tiene el timón deportivo: “Fran Garagarza con los últimos movimientos del pasado mercado de invierno se ha ganado el derecho a que tenga cierta credibilidad”. Cree que el director deportivo del Espanyol está en condiciones de “hacer un equipo dentro de las posibilidades lo más competitivo posible”. Incluso se atreve con una predicción optimista: “Sinceramente, creo que vamos a tener un equipito bastante apañado para no pasar apuros, y por qué no, para estar de media tabla para arriba. Veremos”.
Sobre los fichajes, sin grandes nombres de momento, Bonet tampoco lanza las campanas al vuelo, pero lo ve con lógica: “Puede que los llegados hasta ahora no sean ilusionantes al no estar contrastados en Primera división, pero no veo una mala práctica”. Su análisis es bastante pragmático: “Son fichajes a coste cero, que no nos cuestan nada y con fichas relativamente bajas. En el caso de que salgan bien, aunque sea por poco y los vendas, vas a recuperar. Por lo tanto el riesgo es mínimo y me parece bien”. Eso sí, lanza un deseo en forma de sugerencia: “Ahora nos falta apuntalar con un par o tres de jugadores más contrastados, que puedan dar ese empaque al equipo”.
Y, para cerrar, un mensaje cargado de orgullo blanquiazul: “Me quedo con lo que ha pasado estos días y con las muestras de desprecio que nos dedican los del otro lado de la Diagonal”. Lo ve, como muchos pericos, como una prueba más de que el Espanyol sigue muy vivo: “Aunque quieran hundirnos y que desaparezcamos, todo esto hace que la afición cada día se sienta más orgullosa del equipo y de ser perico, eso es lo importante”.