En plena tormenta institucional por el fichaje de Joan García, el periodista David Bernabéu, experto en colarse con sus cámaras allá donde nadie las espera, ha captado una estampa que no ha pasado desapercibida: Mao Ye y Elena Fort, consejero delegado del Espanyol y vicepresidenta del Barça, compartiendo charla relajada y alguna que otra sonrisa en la gala del 125 aniversario de la Federació Catalana de Futbol.
👀 Pese al asunto Joan García, aparente cordialidad entre Mao Ye y Elena Fort, consejero delegado del Espanyol y vicepresidenta del Barça respectivamente
📹 Las imágenes de @DBR8 desde la gala del 125 aniversario de la FCF pic.twitter.com/rV3X41viUF
— Diario SPORT (@sport) June 12, 2025
En el momento más tenso entre ambos clubes desde aquella visita a nuestro estadio que algunos confundieron con una verbena de final de curso, el directivo perico y la dirigente culé posaban juntos, hablando con naturalidad y sin signos evidentes de incomodidad. ¿Cordiales? Por la imagen, sí. ¿Sinceros? Ya es otra historia.
Las imágenes, que ha corrido por redes, son de esas que despiertan todo tipo de teorías. Porque claro, ¿de qué estarían hablando? ¿Le habrá preguntado Mao Ye a Elena Fort cómo van las gestiones para reunir los dichosos 25 millones más IPC de la cláusula de Joan? ¿O si ya tienen localizada la entidad financiera que quiera meterse en el lío de financiar un fichaje que aún no pueden ni inscribir por el ‘fair play’?
Lo cierto es que, más allá de las especulaciones, la imagen transmite una normalidad que choca con el sentir del espanyolismo. Joan García, formado en casa y símbolo de orgullo perico, se marcha al eterno rival en medio de un proceso que huele a todo menos a respeto institucional. Y ahí, justo ahí, aparece una imagen que muestra lo contrario: una especie de paz diplomática que no cuadra con la indignación de la grada.
Por cierto, como detalle curioso, Elena Fort —para quienes no la ubiquen del todo— fue casada en su día por el mismísimo Joan Laporta, que además de presidente ejerce también de maestro de ceremonias en momentos de vida personal. Algo más que simbólico en esta historia.