La situación de Joan García comienza a definirse, y todo apunta a que el portero del RCD Espanyol está cada vez más cerca de cambiar de aires. Según han venido informando Mundo Deportivo y la Cadena SER, el FC Barcelona ha intensificado su ofensiva para hacerse con los servicios del guardameta de Sallent, al que considera una clara oportunidad de mercado. El club azulgrana ya habría alcanzado un principio de acuerdo con el futbolista, a la espera de formalizar el pago de su cláusula de rescisión, que se sitúa en 25 millones de euros, pero podría ascender a 30 si Luis de la Fuente lo convoca hoy para la selección absoluta.
El interés del Barça no es casual. La situación de su portería sigue generando incertidumbre: Ter Stegen, con 33 años y tres intervenciones en la rodilla, representa una incógnita; y Wojciech Szczesny, de 35, aún no ha resuelto si renovará o si pondrá fin a su carrera. La dirección deportiva azulgrana busca alternativas de futuro y considera que Joan García cumple todos los requisitos: juventud, proyección, experiencia en Primera y un rendimiento incuestionable. Ha sido, de hecho, el portero con más paradas en LaLiga esta temporada, con 146 intervenciones.
Pese a la situación contractual de Ter Stegen —vinculado hasta 2028—, el Barça se plantea fichar a Joan y cederlo durante una temporada a otro club de LaLiga. Tanto Valencia como Betis se han posicionado como posibles destinos. Una cesión permitiría al joven guardameta seguir compitiendo como titular en la élite, algo que él mismo considera prioritario. “Lo que tiene que hacer ahora es jugar”, ha recalcado su actual entrenador, Manolo González.
Las palabras del técnico blanquiazul, en declaraciones a RAC1, transmiten una mezcla de resignación y consejo: “Me extrañaría mucho que fuese al Barça. Porque tienen a Ter Stegen y porque es el eterno rival, me extrañaría mucho… Pero no estoy en la cabeza de nadie y no sé lo que hará. Yo no le diré nada. Si alguien paga la cláusula y él quiere, no hay nada que hacer”.
Manolo, no obstante, insiste en que lo más importante es que Joan continúe su crecimiento en un entorno que le permita competir: “Lo que quiero es que vaya a un lugar donde juegue y sea feliz. Que sea un primera espada. Que no vaya a un lugar donde haya un portero veterano que le pase por delante por el nombre. Debe seguir jugando y siendo titular. Espero que elija con la cabeza y no se decante solo por el nombre o el dinero”.
La situación contractual de Joan García (con vinculación hasta 2028) permite al Espanyol mantener cierta firmeza negociadora. Sin embargo, la existencia de una cláusula de rescisión deja la decisión final en manos del propio jugador. En este sentido, sus declaraciones tras el último partido de Liga, ante Las Palmas, ya sonaron a despedida: “Si me voy, lo hago orgulloso de dejar al Espanyol en Primera. Todo el mundo sabe la situación del club y en la que me encuentro”.
En paralelo al interés del Barça, otros clubes europeos también se han movido. Joan cuenta con ofertas serias procedentes de la Premier League —con Arsenal, Aston Villa y Bournemouth entre los interesados—, de la Bundesliga (Bayer Leverkusen) y de la Serie A (Nápoles). Pero ninguno de estos proyectos parece, por ahora, tan avanzado como la vía azulgrana.
La afición del Espanyol asiste con tristeza a esta situación. Joan ha sido uno de los grandes protagonistas de la salvación, un referente surgido de la cantera que ha crecido en el club y que ha demostrado un compromiso incuestionable. Su marcha, si se consuma, será una pérdida difícil de encajar tanto en lo deportivo como en lo emocional, y si el destino final lo cierto es que el golpe será durísimo. El tiempo dirá si su sentimiento perico puede pesar más que cualquier propuesta económica o mediática.
