Joan García no solo está parando balones. Está parando partidos. Está parando dudas. Está parando fantasmas del pasado. Y lo está haciendo con una naturalidad que asusta. El chaval de la casa, el que soñaba con defender la portería del Espanyol desde hace años, se ha convertido en el héroe de un equipo que ha decidido rebelarse contra todo. Y si alguien lo tiene claro, ese es Manolo González.

Nada más terminar el partido contra el Getafe, el míster no se anduvo con rodeos. Ante las cámaras de DAZN, dejó una frase para enmarcar y colgar en el vestuario: “Esto es lo mismo que cuando el Barça tenía a Messi y el partido estaba atascado. Nosotros lo tenemos en la portería. Portero que va a ser una referencia mundial, sin duda, ojalá, porque se lo merece, por nivel y por persona.
🗣️ “Esto es lo mismo que cuando el Barça tenía a Messi y el partido estaba atascado. Nosotros lo tenemos en la portería”
Manolo González, entrenador del @RCDEspanyol, y sus elogios a Joan García tras una nueva exhibición ⚪🔵#LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/QHqZ10yfyn
— DAZN España (@DAZN_ES) April 18, 2025
¡Casi nada! Comparar a Joan con Messi no es poca cosa. Pero cuando un portero es capaz de mantenerte en pie en partidos así, contra rivales que aprietan, que no te regalan ni el aire, pues normal que el entrenador se venga arriba. Joan fue un muro. Seguro todo el partido, sobrio como siempre, y encima sacó una mano tremenda a Arambarri que bien podría haber cambiado el guión de la película. Pero no. Joan volvió a hacer de Joan.

Y no solo lo vio Manolo. También lo notó la grada. El RCDE Stadium coreó su nombre con ese cariño que solo se reserva para los de verdad, para los que sienten los colores. Y eso, para un canterano, es gasolina pura. Cuando le tocó hablar a él en DAZN, no disimuló ni un poquito lo que sentía: “Para un perico y jugador de la casa que le coreen el nombre y le digan todo esto, es un orgullo. En el partido se me ponía la piel de gallina. Sé lo que juega la afición, siempre que puedo animo a la afición a que le den duro que lo notamos mucho, muy contento que nos apoyen de esta manera.”
Así, sin filtros. Joan es uno de los nuestros, y eso se nota. No solo bajo palos, también en cada palabra. Sabe lo que significa este escudo, lo lleva dentro. Y lo más bonito es que ha devuelto al club y a la afición todo ese amor con actuaciones de nivel top.
Ahora bien, seamos sinceros: por mucho que nos ilusione verle con esta camiseta, todos sabemos que lo de Joan en el Espanyol tiene fecha de caducidad. Porque cuando un jugador destaca así en un club con problemas de tesorería, y más siendo portero, los grandes no tardan en llamar. Y ya lo han hecho. Equipos de arriba, de los que optan a ganar la Champions, llevan tiempo con su nombre bien subrayado en la agenda. Su futuro, por desgracia, está lejos de Cornellà.

Por eso, toca disfrutarlo mientras esté aquí. Aprovechar cada partido, cada parada, cada gesto con la grada. Porque Joan es ahora mismo un lujo que no sabemos cuánto durará. Y no hay que esperar a que se vaya para valorarlo. Hay que hacerlo ahora. Porque igual que Messi se fue del Barça y dejó un vacío enorme, el día que Joan diga adiós, nos dolerá. Y mucho.

Mientras, seamos felices de tener a nuestro “Messi” bajo palos. Porque sí, igual no mete goles, pero los evita. Y eso también gana partidos.
