En un deporte donde la competencia puede marcar la relación entre compañeros de posición, Joan García y Fernando Pacheco, los porteros del Espanyol, son la demostración de que el compañerismo puede ser una herramienta tan importante como el talento. Juntos participaron recientemente del acto en la tienda Fútbol Emotion del centro comercial Diagonal Mar donde presentaron sus respectivos guantes y compartieron detalles sobre su relación, sobre su visión del puesto de guardameta y alguna anécdota divertida que podemos conocer gracias al reportaje que publica Sergio Escario en Mundo Deportivo.
A sus 32 años y con una dilatada trayectoria en clubes como Real Madrid, Alavés y Almería, Fernando Pacheco ha aprendido a gestionar la frustración de la suplencia. Desde febrero, Joan García ha sido el dueño de la portería perica, pero Pacheco no duda en destacar la conexión que tiene con el joven portero. “Lo veo más como un hermano pequeño que como esa competencia. La de portero es una posición muy especial, solo juega uno. Pasamos muchísimo tiempo juntos y es importante que haya buena relación para que la dinámica sea buena. Tenemos muy buena relación. Ahora está Joan, que lo está haciendo fenomenal y sabe que estoy ahí para ayudar y aportarle mi granito de arena”, afirmó Pacheco, cuya experiencia de más de 200 partidos en Primera División le ha convertido en una referencia dentro del vestuario.
Por su parte, Joan, nueve años menor, agradeció las palabras y el apoyo constante de su compañero. “Ya no solo este año, que a lo mejor estoy participando un poco más, sino el anterior también. Me decía: ‘Te vas a encontrar con esto durante tu carrera’. Y después ves que es así. En ese sentido, muy contento”, explicó el canterano, quien acumula 18 partidos con el primer equipo, 15 de ellos en la presente temporada.
La evolución del portero: de especialista a jugador de campo
La posición de guardameta ha cambiado significativamente en los últimos años, y tanto Pacheco como Joan coinciden en la importancia de adaptarse a las nuevas exigencias. “Cada vez es más importante, el portero es un jugador de campo más. Es una manera de crecer y de mejorar. Te tienes que ir adaptando”, reflexionó Pacheco, que ha vivido la transición del portero clásico al moderno durante su carrera.
Joan, en cambio, ve estas transformaciones como parte de su formación desde el inicio. “Yo acabo de empezar y solo he vivido esta era del portero un poco más moderno. Yo creo que son etapas, modas. Y nos ha tocado esto. Yo creo que es bueno, tener más recursos y aprender más cosas”, apuntó.
¿Quién sería portero si no están ellos?
Entre risas, los dos porteros del Espanyol coincidieron en un jugador de campo que definitivamente no ocuparía su lugar bajo palos en caso de necesidad: Leandro Cabrera. “Lele seguro que no”, bromearon recordando el episodio en el que el uruguayo tuvo que ponerse los guantes tras la expulsión de Benjamin Lecomte en un partido contra el Real Madrid.
En cambio, ambos señalaron al centrocampista Edu Expósito como el más capacitado para el puesto. “Alguna vez en el entrenamiento se ha metido así de broma y bien”, aseguró Joan. Para Pacheco, Expósito “tiene cosas” que podrían servirle en una emergencia.
Paradas imborrables
Preguntados por la parada que recuerdan con más cariño, las respuestas reflejan sus trayectorias. Pacheco destacó el penalti que detuvo a Leo Messi en 2017, cuando jugaba en el Alavés. Joan, en cambio, eligió una intervención a los pies de Borja Bastón en la final del playoff de ascenso ante el Real Oviedo. “Más que por lo bonito o lo difícil, por la importancia que tenía”, explicó.
Más allá de las estadísticas y los momentos destacados, la relación entre Joan García y Fernando Pacheco es un ejemplo de cómo la camaradería puede ser clave en un vestuario y como juntos representan un modelo de respeto y profesionalidad.
