Buenas noticias para el RCD Espanyol de cara al tramo decisivo de la temporada. Tal y como ha mostrado el club a través de sus redes sociales, José Gragera se encuentra en la recta final de su recuperación y podría ser un refuerzo de lujo para Manolo González en la lucha por los objetivos del equipo.
🏋️ ¡Ya queda menos, José! A tope 🔥 #RCDE pic.twitter.com/MKYWQ2aqBZ
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) February 14, 2025
El centrocampista asturiano lleva fuera de los terrenos de juego desde el pasado 19 de octubre: una lesión en el primer dedo del pie izquierdo, conocida como Hallux rigidus, le obligó a pasar por quirófano, iniciando un largo proceso de rehabilitación que ahora está llegando a su fase final. Si todo marcha según lo previsto, su regreso está programado para el mes de marzo.
Desde entonces, Gragera ha trabajado intensamente en la Ciutat Esportiva Dani Jarque con el objetivo de regresar en las mejores condiciones posibles. Su día a día ha estado marcado por la supervisión del readaptador del primer equipo, Albert Torner, y un plan de trabajo enfocado en recuperar la movilidad y la fuerza en la zona afectada. El mediocentro sigue combinando ejercicios de gimnasio con sesiones específicas de fuerza de piernas, trabajo de core y entrenamientos en la alter G, una tecnología que permite correr reduciendo el impacto en las articulaciones: “Vamos alternando. Un día es más fuerza de piernas, otro más core, corremos y alter G. Después vamos introduciendo más estímulos para las piernas”.
Para Gragera, la lesión ha supuesto también un reto a nivel mental, pero su compromiso con la recuperación es total. “Cuando estás lesionado tienes que entrenar todos los días para volver cuanto antes. Al principio aceptas el rol, pero cuando ves que puedes hacer más cosas siempre tienes ganas de estar cuanto antes con el grupo. Muchas veces es más psicológico que físico”, afirma.
Por su parte, Albert Torner destacó la evolución positiva del futbolista y el enfoque variado de los entrenamientos para evitar la monotonía y estimular su recuperación: “Hemos ido variando el trabajo para darle diferentes estímulos y evitar la rutina, centrándonos en fortalecer el tobillo y el pie, manteniendo la fuerza y el equilibrio en el resto del cuerpo para que, cuando vuelva, lo haga en las mejores condiciones posibles”.
Si todo sigue su curso, el regreso de José Gragera podría ser una gran noticia para el Espanyol en la fase clave del campeonato, aportando frescura y calidad en la medular.
