Durante prácticamente tota la actual temporada hemos tenido que analizar la situación de un futbolista del Espanyol, José Gragera, aparentemente condenado a vivir en una constante montaña rusa. Considerada al inicio del curso una pieza importante para el objetivo del ascenso dada su experiencia en la categoría, la suplencia de Gragera en el primer tramo de competición con Luis García resultó una sorpresa para todos; Gragera no tuvo un papel relevante hasta la lesión de Pol Lozano, que permitió indirectamente que abandonase su rol secundario para acabar siendo un hombre importante en los planes del preparador ovetense. Con la llegada de Luis Miguel Ramis, Gragera lo siguió jugando todo, hasta que este panorama tan positivo para sus intereses particulares se torcía tras el partido ante el Andorra, donde hubo de jugar en el centro de la zaga a causa de las bajas, cediendo su sitio en sala de máquinas a Pol. No volvió a la titularidad hasta el día del Alcorcón, el último antes del cese de Ramis, y también fue de la partida en Zaragoza en el estreno de Manolo González, lo que hace pensar que será una pieza importante en el esquema del gallego en esta recta final de curso.
El trabajo y pensar en el grupo, la fórmula que ha hecho servir José Gragera durante su ostracismo
A José Gragera lo hemos podido escuchar este mediodía hablar en rueda de prensa de cómo está viviendo esta situación a nivel personal en el Espanyol: “Todos los jugadores queremos jugar y valoramos hacerlo, para eso estamos aquí todos los días. Pero lo afronté desde el trabajo, no me quedaba otra que seguir trabajando como venía haciendo; al final lo que premia es el colectivo, sabemos lo que estamos viviendo y lo que importan las victorias y como digo, el colectivo, al final me centraba en lo mío, en trabajar, que cuando me llegase la oportunidad estaría preparado y esa preparación mental ha sido importante para encarar estas titularidades”. Preguntado por cómo se está sintiendo tras tanta inactividad, insiste el centrocampista que detrás hay “mucho trabajo, esperando la oportunidad y el momento, con la conciencia tranquila que lo estaba dando todo y apoyando al grupo desde cerca, y con muchas ganas de volver, de participar, que es lo que nos gusta a los jugadores”.
José Gragera: “Manolo González ha venido con pasión para hacernos ganar”
Sobre cómo está el Espanyol tras el triunfo en La Romareda, reflexiona José Gragera: “El equipo está muy bien, ha cogido mucho aire con la victoria, está todo el mundo muy motivado. Ese punto de inflexión de Zaragoza va a ser vital. La victoria nos ha dado mucho, hemos visto mucha unión con la afición y es importante, lo necesitábamos, queríamos conseguir la victoria fuera de casa”. Cuestionando en qué está incidiendo más Manolo González en estas primeras semanas juntos, explica Gragera que “ha venido con mucha iniciativa, con pasión por vernos entrenar y hacernos ganar; su propuesta se basa en lo que hemos visto en el Espanyol B, propone lo mismo: tener esa calma con balón y mucha presión, asfixiar al equipo rival”. Cuestionado por con qué propuesta se siente más cómodo, si con la de Ramis o con la del nuevo técnico blanquiazul, explica: “Es una propuesta que se asemeja a la de Luis García a inicio de temporada, cambia la formación respecto a Ramis pero sigue siendo la misma idea que hemos de tener los jugadores, apretar, presionar, ganar duelos, jugar, tener esa calma en campo rival que nos permita tener la posesión y hacer largos los partidos a los rivales. Son conceptos que se veían reflejados en el filial”.
Gragera hace autocrítica: “Si hubo tanto cambio de entrenador es porque los jugadores tenemos también parte de culpa de que no salgan las cosas”
Preguntado por qué el Espanyol ha habido de llegar a este punto, con tres entrenadores desfilando por el banquillo y con etapas con el entorno tan molesto, José Gragera reconoce que no puede dar una explicación clara: “Al final si hay tanto cambio de entrenador es porque los jugadores tenemos también parte de culpa de que no salgan las cosas, pero la Liga es muy complicada. Desde el principio se pensó que iba a ser más fácil de lo que en principio es. Yo ya sabía por experiencia que se podía complicar, pero que hemos de dar más nosotros desde otro punto de vista está claro. Estas 11 finales que quedan hay que afrontarlas partido a partido, pero viendo que nos jugamos mucho”. Ahora es ciertamente el momento de los jugadores: “Los que estamos en el campo somos nosotros, y somos los que hemos de jugar, es igual quien esté al mando, los protagonistas son los jugadores y no queda otra que apretar los puños y tirar para adelante. Hemos de ser conscientes de la situación en la que estamos, que el objetivo es muy bonito y hemos de perseguirlo a muerte”. Cuestionado por cómo afrontan estos 11 partidos que restan hasta el final, destaca Gragera: “Todos los equipos tienen calendarios complicados, no por jugar con equipos que estén abajo va a ser más fácil. Cada uno se va a jugar lo que le toca en su respectivo lugar. No hay que volverse loco y pensar que son 11 finales, que los son también, e ir más allá del Tenerife. Si estamos centrados en el fin de semana sacaremos resultados, es en lo que hay que focalizarse”.
“Quiero ganar los partidos y tampoco ser el Manchester City de Guardiola”, insiste Gragera
Interrogado sobre si el equipo sigue arrastrando el temor a perder la renda que ha conseguido en los partidos, tras lo visto en La Romareda, Gragera explica que “veníamos de fracasar en muchos aspectos cuando nos adelantábamos en el marcador. Una vez lo hicimos, por miedo o temor que te pase lo mismo es normal que recules, pero hay que quedarse con lo positivo, que hemos sabido mantener la portería a cero y sacar los tres puntos, y a partir de ahí crecer y afrontar el partido ante el Tenerife desde esta perspectiva. El equipo ha de proponer y más cuando juega en casa, tenemos una plantilla amplia y con jugadores espectaculares, hay que tener ese golpe de autoridad pero sin volverse loco. El objetivo está ahí, que es ascender, y quiero ganar los partidos y tampoco ser el Manchester City de Guardiola, quedando lo que queda hay que centrarse en conseguir resultados”.