Durante tota la temporada ha sido una constante haber de analizar los giros de guión respecto a la situación del centrocampista del Espanyol José Gragera. El gijonense, que ha sido titular en cuatro partidos consecutivos y anotó un gol contra el Tenerife la jornada pasada, ha pasado de una etapa en que ha estado prácticamente en el ostracismo, una situación incomprensible dada su calidad, a ser una figura fundamental para Manolo González en el centro del campo, y está demostrando su valía. En el enfrentamiento contra el Burgos, Gragera, que junto a Joan García, Omar El Hilali, Leandro Cabrera y Javi Puado compone el quinteto de 5 intocables que hasta ahora han estado en los tres onces iniciales de Manolo González, tuvo un desempeño espectacular a un nivel excepcional, destacándose como el mejor jugador blanquiazul de campo sobre el terreno de juego en un partido excepcionalmente duro y exigente.
Considerada al inicio del curso como una pieza importante en el Espanyol para el objetivo del ascenso debido a su experiencia en la categoría, la suplencia de Gragera en el primer tramo de la competición con Luis García sorprendió a todos. Esto fue especialmente inesperado porque Gragera había tenido mucha presencia en los partidos disponibles durante el curso pasado en Primera División; sin embargo, en las primeras 11 jornadas de Segunda división, no formó parte del once inicial. De hecho, Gragera no desempeñó un papel relevante hasta que Pol Lozano se lesionó, algo que permitió indirectamente que Gragera abandonara su rol secundario. El asturiano, una de las apuestas del club en el mercado de invierno de 2023, había firmado hasta 2028 a cambio de casi tres millones (70% de los derechos) procedente del Sporting, con el que había jugado 97 partidos oficiales en la categoría de plata. Hasta ese momento, Gragera solo había jugado 98 minutos repartidos en siete partidos, todos ellos antes de que Pol dejara de estar disponible. Estos partidos incluyeron 11 ante el Albacete, 1 frente al Racing, 2 en el día del Mirandés, 21 frente al Levante, 23 ante el Racing de Ferrol, los mismos que ante el Cartagena y, finalmente, 17 frente al Villarreal B.
Posteriormente, José Gragera se convirtió en titular en los últimos cuatro encuentros del asturiano bajo la dirección técnica del banquillo blanquiazul. Su primera oportunidad llegó en la visita del Valladolid al Stage Front Stadium, donde el equipo se impuso por dos goles a cero. Gragera se mantuvo en el once en las tres jornadas siguientes, enfrentándose a Leganés, Sporting y Eibar.

Con la incorporación de Luis Miguel Ramis, Gragera continuó siendo titular y participó en seis encuentros consecutivos. Sin embargo, no logró completar todos los minutos en el terreno de juego debido a un golpe que llevó a Pol Lozano a reemplazarlo durante el partido contra el Zaragoza. Ramis confió en el asturiano para liderar la defensa, y su eficaz colaboración con Aguado y Edu Expósito le valió el reconocimiento de la afición.

Las cosas se complican para José Gragera tras el Andorra – Espanyol
Aunque Ramis inicialmente vio en José Gragera la extensión de su idea de juego en el campo debido a su altura, estilo defensivo y habilidad para construir desde atrás, la situación cambió durante el partido contra el Andorra. En ese encuentro, Gragera se vio obligado a jugar en el centro de la defensa debido a las bajas, cediendo su posición en el mediocampo a Pol. A pesar de que esta no era una posición desconocida para él, su rendimiento no fue del todo satisfactorio, al igual que el del resto del equipo. Además, Gragera dejó el Principado con una sanción que le impidió participar en el siguiente partido contra el Burgos CF. En ese enfrentamiento, Aguado y Keidi Bare formaron el doble pivote. Sin embargo, Keidi Bare quedó expuesto en los dos goles del equipo rival, no logró robar balones y mostró imprecisión en las jugadas a balón parado. Fue una actuación que seguramente todos preferirían olvidar.

Para el siguiente enfrentamiento en A Malata contra el Racing de Ferrol, se esperaba el regreso de José Gragera. Sin embargo, Ramis optó por darle entrada a Pol Lozano, quien ya había jugado en la Copa del Rey contra el Getafe, dejando al asturiano en el banquillo sin pisar el césped. Posteriormente, Gragera tuvo solo cuatro minutos frente al Villarreal B y luego estuvo ausente en los partidos contra Eldense, Levante y Racing de Santander. Finalmente, reapareció en el partido contra el Mirandés, donde solo jugó 8 minutos. A partir de ese momento, Gragera ha sido un titular indiscutible. Comenzó en el centro del campo junto a Álvaro Aguado en el último partido de Luis Miguel Ramis al frente del equipo contra el Alcorcón, y a pesar de la inactividad, respondió con una actuación destacada en recuperaciones y duelos ganados. En el debut de Manolo González en La Romareda contra el Zaragoza, el gallego siguió confiando en el asturiano, quien nuevamente se mostró contundente en los duelos, recuperó balones y distribuyó el juego sin complicaciones. Gragera también brilló ante el Tenerife, defendiendo con solvencia contra Luismi y anotando su primer gol con la camiseta blanquiazul. Además, en el enfrentamiento contra el Burgos CF, firmó una de sus mejores actuaciones recientes, adaptándose perfectamente a un partido de mucha lucha en el centro del campo.
🎙️ José Gragera: “Gracias a la afición por el apoyo constante. Hemos de seguir trabajando y darle fuerte esta semana”. #BurgosCFEspanyol #RCDE pic.twitter.com/Kp0AV8lnJ3
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) March 29, 2024
Todo indica que Gragera continuará como titular en el próximo partido contra el Albacete el domingo, muy posiblemente formando junto a Aguado y Melamed.
La titularidad en el Espanyol, premio a la resiliencia para Gragera
En cualquier caso, cabe felicitarse por el hecho de que José Gragera, que tras dejar el Sporting hace justo un año pretendía seguir dando pasos en su carrera con el Espanyol y que pese a contar con el interés de clubes de Primera como Alavés, Mallorca o Rayo Vallecano, no dudó el pasado verano en jugar en Segunda como blanquiazul, esté encontrando la necesaria continuidad en las filas blanquiazules. Recientemente, Gragera daba las claves para haber podido resistir en los momentos en que los técnicos no han contado con él: “Todos los jugadores queremos jugar y valoramos hacerlo, para eso estamos aquí todos los días. Pero lo afronté desde el trabajo, no me quedaba otra que seguir trabajando como venía haciendo; al final lo que premia es el colectivo, sabemos lo que estamos viviendo y lo que importan las victorias y como digo, el colectivo, al final me centraba en lo mío, en trabajar, que cuando me llegase la oportunidad estaría preparado y esa preparación mental ha sido importante para encarar estas titularidades. Se afronta con mucho trabajo, esperando la oportunidad y el momento, con la conciencia tranquila que lo estaba dando todo y apoyando al grupo desde cerca, y con muchas ganas de volver, de participar, que es lo que nos gusta a los jugadores”.

