Grupo D
Austria: Konrad Laimer
En una selección donde la clara estrella es un David Alaba que, por su lesión de rodilla, se pierde la Eurocopa, hay que poner la lupa en Konrad Laimer. El jugador del Bayern tiene un rol idéntico al de Marcel Sabitzer, que podría ser el seleccionado en esta lista. Laimer es un jugador muy polivalente que en su club acostumbra a jugar en un doble pivote o de lateral. En la selección, como Sabitzer (también es mediocentro), parte de extremo y no por su capacidad ofensiva, sino por todo lo contrario. Austria tiene una variedad enorme de mediocentros y, entre ellos, Konrad es más que útil para desempeñarse en otras posiciones a diferencia de otros como Grillitsch. En la faceta ofensiva cumple correctamente, pero es en la defensiva donde destaca, sobre todo en la presión tras pérdida. Al ubicarse en el once de Austria en una posición tan elevada, cuando el equipo pierde el balón es de los primeros en saltar a una presión que es la base de esta selección. Laimer da mucho con su polivalencia y capacidad de trabajo y, aunque parte como extremo, muchos partidos, los finaliza como pivote.
Francia: Kylian Mbappé
Aunque quizás uno de los roles más importantes de esta selección, tal y como está demostrando es N’Golo Kanté, que ya acumula dos MVPs en los dos partidos que ha disputado Francia en el europeo, no se puede obviar la presencia del mejor jugador del mundo, Kylian Mbappé. La estrella gala tiene en la Eurocopa ese torneo maldito en el cual todavía no ha marcado, mientras que en mundiales acumula 12 goles. A esta edición, a diferencia de la anterior, llega siendo la referencia ofensiva principal. Sin otras figuras como Giroud o Benzema en el once titular, Mbappé desarrolla la función de ‘9’. En esta demarcación, Deschamps, le libera de tareas defensivas para mantener en su jugador franquicia la frescura de cara a la fase ofensiva. Kylian en transiciones es letal debido a su velocidad y, además, en ataques posicionales también es muy peligroso debido a, primero, su gran olfato goleador y, segundo, a su facilidad para regatear y cambiar de ritmo en prácticamente cualquier situación. Mbappé es muy difícil de parar y si centras toda su atención en él, Francia cuenta con jugadores como Griezmann, Dembélé, Thuram, etc., lo que hace del combinado galo una de las selecciones favoritas.
Países Bajos: Virgil Van Dijk
El central es el mejor jugador de Países Bajos y el que condiciona el estilo de juego. Su presencia permite liberar ofensivamente a una selección que, con Van Dijk atrás, sabe que tiene las espaldas cubiertas. El neerlandés destaca en casi todo: poderoso en los duelos aéreos ganando prácticamente todos, veloz y capaz de corregir con facilidad al espacio, difícil de ser regateado, con un gran juego de pies que permite girar el juego mediante pases largos precisos, etc. De todas sus características son sus cualidades de corrección las permiten que el cuadro de Koeman pueda ir a presionar con marcas individuales sin miedo a que cada contraataque sea una ocasión clara de gol. Veremos hasta dónde llega Países Bajos en esta Eurocopa bajo la tutela de uno de los mejores centrales de la historia del país.
Polonia: Robert Lewandowski
El delantero centro del Barcelona es la gran figura de una selección que ha ido mejorando, en lo que a talento se refiere, en los últimos años. Aun así, Lewadowski está lejos del resto. Cuando el polaco era más joven, acostumbraba a bajar a recibir e intentaba siempre iniciar o participar en el génesis de la jugada y, además, finalizarla. Esto ya no se ve tanto y el ariete ha asumido un rol más de rematador y finalizador de jugadas, puesto que, aunque no tenga la habilidad de otros años, el gol no lo pierde. Cerca del área es y siempre será peligroso. La selección se adapta a él y Michał Probierz, el seleccionador, propone un juego que combina el fútbol directo hacia Lewandowski o un juego colectivo que consista en crear situaciones de remate para su estrella. Robert condiciona todo el colectivo.
