Esta semana está previsto en la Audiencia de Barcelona el juicio contra un aficionado del Espanyol, K.B.G., identificado en 2020 por las cámaras del RCDE Stadium cuando, según la Fiscalía, profirió gritos racistas contra Iñaki Williams en un partido de Liga entre el conjunto blanquiazul y el Athletic Club. El Ministerio Público solicita para él una condena de dos años de prisión, además de una multa y la prohibición de acceder a recintos deportivos durante cinco años.
Los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2020, cuando Williams fue sustituido. En ese momento, varios aficionados realizaron gestos imitando a primates y gritos de carácter racista. Las imágenes de seguridad del estadio y la investigación de los Mossos d’Esquadra permitieron identificar a uno de los implicados, que será juzgado a partir del miércoles 3 de septiembre.
El fiscal encargado del caso, Miguel Ángel Aguilar, argumenta que, aunque otras personas realizaron los mismos gestos en la grada, la identificación del acusado fue plena y por ello solicita la condena. El juicio incluirá la declaración del propio jugador del Athletic, que intervendrá por videoconferencia, así como la del acusado y los agentes que realizaron la investigación.
La Fiscalía añade que los gritos fueron percibidos por los más de 27.000 espectadores presentes en el estadio, por las 200.000 personas que siguieron el encuentro por televisión y por las emisoras de radio que retransmitieron el partido. Además de la petición de prisión, se pide que el acusado no pueda dar clases relacionadas con el deporte o la infancia y que abone una multa de 5.500 euros.