Esta viviendo una temporada complicada el Juvenil B del Espanyol. Los de Moisés Hurtado ocupan la octava posición del subgrupo 7B de la Liga Nacional con 7 puntos, muy lejos de las plazas que permiten luchar, en la segunda fase del campeonato liguero, por el título con rivales del subgrupo contrario. Como sucede en una División de Honor en la que el líder es el Juvenil A blanquiazul, los cinco primeros pelearán por la liga, mientras que los cinco últimos lo harán por no perder la categoría, realidad en la que ahora mismo, si finalizara la primera fase liguera, se encontraría el Juvenil B, a siete puntos del quinto clasificado el EFCE Mataró.
En el seno del Juvenil B del Espanyol existe la consciencia de que la campaña no está siendo buena, pero se juntan un cúmulo de circunstancias para que ello sea así. Primero, que la gran mayoría de jugadores de la plantilla se estrenan esta campaña con el equipo; es decir, que son juveniles de primer año. Solo el portero Iker Venteo y los delanteros Dani García y Pochito son de segundo año, saliendo este último de una dura lesión de ligamento cruzado anterior que le mantuvo toda la pasada campaña en el dique seco, siendo por aquel entonces uno de los fichajes del equipo. Además, uno de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla, el atacante estadounidense Luca Warrick, no ha podido ser inscrito por un tema burocrático. Por si fuera poco, jugadores que también deberían ser importantes como el defensa Adrià Salguero y el delantero Marc Pelaz están a caballo con el Juvenil A.
Todas estas bajas están llevando al Juvenil B del Espanyol a tener que recurrir a jugadores del Cadete A. Hasta cuatro futbolistas pertenecientes al plantel que dirige Xavier Corominas están habitualmente con el Juvenil B: se trata de los defensas Carlos Sánchez, Simo, Miguel Carvalho y el ariete Sergio Rivares, algo que hace que baje todavía más la edad media del equipo. Un conjunto que está compitiendo contra juveniles A que tienen en sus filas a futbolistas de hasta tres años más, algo que se nota muchísimo. Al fin y al cabo, y con algunas excepciones, están compitiendo niños contra adultos. Una realidad dura que se ve plasmada en los resultados: dos victorias, un empate y cinco derrotas, cuatro de ellas consecutivas.
El objetivo del Juvenil B del Espanyol es otro
Por si todo lo comentado fuera poco, los chicos que se estrenan este curso con el Juvenil B del Espanyol llegan de hacer una gran campaña con el Cadete A. Cuando la FCF decidió poner punto y final a la temporada, los blanquiazules se encontraban en segunda posición con 52 puntos, tres menos que el líder Barça, y habían ganado 17 partidos, empatado uno y perdido otro, con unas cifras muy alejadas de lo que están viviendo este curso: 55 goles a favor y tan solo cinco en contra. Pero esta temporada el objetivo no es ganar, sino seguir formándose y aprender a competir ante rivales superiores a nivel físico. Los chicos, la mayoría de 16 años –todos los que se estrenan este curso en la categoría–, todavía están en edad de desarrollar su físico, y de ahí a que estén sufriendo sobre el verde. Además, Moisés Hurtado les propone una manera diferente de jugar, con la defensa más adelantada, y es algo que les está costando asimilar. De todos modos, los jugadores del Juvenil B suelen crecer en las segundas vueltas, y tenemos claros ejemplos en el equipo de la pasada campaña con futbolistas como Omar El Hilali, Adrià Ramírez o Alessandro Burlamaqui, por citar algunos, los cuales dieron un gran paso al frente tras el parón invernal después de una primera parte liguera en la que pasaron más desapercibidos. Calma con este Juvenil B, que tiene futbolistas más que interesantes.
Roger Martínez y Carlos Alemán, bajas de peso en el Juvenil B del Espanyol
Son las grandes ausencias de este Juvenil B del Espanyol y en los que Moisés Hurtado depositaba más confianza para que llevaran el peso del equipo. Ambos futbolistas cuentan con 16 años, pero el gran nivel mostrado y su madurez les han permitido pasar a formar parte de equipo de superior categoría, a pesar de que están inscritos con ficha de Juvenil B. El primero de ellos, Roger Martínez, es el que apunta más alto, ya que realizó la totalidad de la pretemporada con el Espanyol B e incluso ha debutado en Segunda división B dejando muy buenas actuaciones como pivote defensivo. El mediocentro ha jugado tan solo 48 minutos y siempre saltando al campo desde el banquillo, pero suficiente para demostrar que tiene un futuro esperanzador. Es un jugador al que hay que seguir muy de cerca ya que crece a pasos agigantados y, cuando no ha estado con el filial, ha jugado con el Juvenil A. El otro jugador que también debía ser un referente para el equipo es Carlos Alemán. El lateral derecho se ha convertido en un fijo para Luis Blanco en el Juvenil A y, pese a no tener tanta continuidad como Roger Martínez, también ha debutado con el Espanyol B, aunque en su caso solo ha jugado con el filial en duelos de pretemporada.