La Roma mueve fichas en defensa y, en consecuencia, el nombre de Marash Kumbulla vuelve a escena. El central albanés, que el pasado curso cuajó una muy buena temporada como cedido en el Espanyol, está otra vez en la lista de posibles salidas del club giallorosso. Daniele Ghilardi ya ha pasado reconocimiento médico, Charlie Cresswell (Toulouse) suena como alternativa para reforzar la zaga… y el que parece tener todas las papeletas para hacer hueco es Kumbulla.

El defensa a pesar de su gran temporada con el Espanyol la temporada pasada, no ha convencido a Gian Piero Gasperini. Es decir, su sitio en la rotación no está garantizado por parte del entrenador piamontés, y la Roma no descarta una salida, bien venta o lo que es más espoeranzador, una nueva cesión para que el jugador pueda sumar minutos y experiencia en otro destino.
Y es ahí donde muchos vuelven a mirar hacia Barcelona. El Espanyol conoce bien al futbolista, ha sacado un rendimiento notable de él y su perfil encaja con la figura de central que todavía falta en la plantilla de Manolo González. Sería un movimiento con lógica sabiendo que Fran Garagarza apuesta por confiar en lo que ya le ha funcionado, aunque todo dependerá del enfoque que adopte el club tras la llegada de Alan Pace: ¿se buscará subir el listón y apostar por un refuerzo de más nombre? ¿O se optará por una solución solvente y ya probada como la de Kumbulla?

La temporada pasada dejó claro que el albanés es un jugador fiable, de los que no necesitan adaptación y que aportan desde el primer día. Buen juego aéreo, inteligencia táctica, sobriedad… Y sobre todo, un rendimiento continuo sin hacer mucho ruido. Pero el escenario ha cambiado: el Espanyol arranca una nueva etapa con un propietario con ambiciones, y habrá que ver si eso implica mirar más alto o reforzar lo que ya funcionó.

Mientras tanto, en Roma se da casi por hecho que Kumbulla saldrá. Y si acaba volviendo a cruzarse en el camino del Espanyol, no pillará a nadie por sorpresa.
