El Barça lleva tiempo sin nadie con las manos en el timón del club o esa es la sensación que transmite: Gündogan se va gratis para inscribir a Dani Olmo, jugadores que se niegan a salir del club por sus elevados salarios, cambios y contradicciones en la dirección deportiva, etc. Estos son algunos de los últimos ejemplos de un Barça que es protagonista en cada mercado de fichajes.
Hace prácticamente un año, el Barça cerraba el mercado de traspasos con cinco incorporaciones: Íñigo Martínez, Oriol Romeu, Joao Félix, Joao Cancelo, Gündogan y Vitor Roque. Un año después, de los seis fichajes solo sigue uno: Íñigo Martínez. Estos fichajes llegaron bajo la dirección deportiva de un Mateu Alemany que fue cesado de su puesto una vez finalizó la ventana de traspasos. En su lugar llego Deco, quien ha dado salida a Gündogan, Oriol Romeu y Vitor Roque (todos gratis), además de no renovar las cesiones de los Joaos. Estos cambios constantes de cromos denotan una falta de estabilidad y muestran que no hay una clara hoja de ruta en el proyecto culé. Ejemplo de ello es un Vitor Roque por el que se pagaron 30 millones (con 31 más en variables) y que se incorporó al club en enero del 2024. Unos meses después sale del club rumbo al Betis como cedido, lo que supone que no aporta ganancias a nivel económico y, por si fuera poco, no libera masa salarial porque no estaba inscrito.
El fichaje de Dani Olmo ha sido el detonante de un efecto domino que ha acabado con Gündogan fuera a coste cero y, muy probablemente, con la salida de algún otro jugador (se apunta a Christensen) por un valor bajo. El problema reside en que club ficha sin poder inscribir e incorporó al centrocampista sin tener margen salarial. Ahora, para hacerle hueco, debe haber salidas. Otra de las opciones que barajaba el club para inscribir a Olmo era vender parte de Barça Studios, pero nadie quiere pagar lo que pide la entidad, o renegociar el contrato con Nike, pero la empresa americana no está por la labor, puesto que los últimos resultados del Barça a nivel europeo no invitan a subir la apuesta económica por la entidad.
Laporta ha vuelto a quedar en evidencia con esta situación. El máximo mandatario blaugrana se ha vuelto a comer sus palabras tras asegurar a principios del mercado de fichajes que tenían capacidad para incorporar a Nico Williams. La realidad es que no solo no pueden incorporarle, sino que tienen que dar salida a varios jugadores, por mucho menos de su valor de mercado, para poder cuadrar números e inscribir a Dani Olmo. El objetivo de la directiva era llegar a la normativa 1-1, es decir, poder gastar en función de los ingresos, sin embargo, al no haber hecho los deberes en materia económica el club no se ampara a esta norma y debe hacer cábalas un año más para poder inscribir y fichar. Pese a la delicada situación deportiva y económica, en la prensa blaugrana sigue generando falsas expectativas a los aficionados y hablan de una gran cantidad de nombres para reforzar la plantilla como Rashford o Rafael Leao. La cruda realidad culé es que en una semana se cierra el mercado de fichajes y Dani Olmo no está inscrito, lo que supone que, salvo milagro económico, se tendrá que acelerar la salida de algún jugador y eso puede suponer una venta por debajo del valor de mercado (como ha pasado con Gündogan). Las horas pasan y lo que pasará con la plantilla del Barça es una verdadera incógnita, incluso para sus propios dirigentes.
