Luis de la Fuente ha ofrecido este lunes su versión sobre una de las decisiones más comentadas en clave blanquiazul: la ausencia de Joan García en la convocatoria definitiva para disputar la fase final de la UEFA Nations League. El seleccionador nacional, preguntado por la no inclusión del guardameta del Espanyol, defendió su postura afirmando: “Damos importancia a los que están. Tenemos muy buenos porteros, todos de un gran nivel. Nos da tranquilidad. Joan García ha tenido una gran campaña, pero estoy contento con los tres convocados”.
Una explicación que, lejos de cerrar el debate, ha avivado el malestar en el entorno del Espanyol. Porque si bien el seleccionador reconoce el rendimiento de Joan, no ofrece ningún argumento deportivo de peso que justifique su exclusión, más allá de una apelación genérica a la continuidad del grupo.
La realidad es que Joan García ha sido uno de los porteros más destacados del campeonato, con actuaciones determinantes en la agónica permanencia del Espanyol. Su rendimiento ha sido regular, solvente y, en muchas jornadas, decisivo. Ha respondido en escenarios de máxima exigencia y ha demostrado estar más que preparado para competir en la élite. Pese a ello, el seleccionador ha optado por mantener la terna habitual —Unai Simón, David Raya y Álex Remiro— sin abrir espacio a nuevos nombres, incluso cuando el rendimiento lo avala.
Desde la perspectiva del Espanyol, esta decisión no solo supone una falta de reconocimiento deportivo, sino también un perjuicio estratégico. La cláusula de rescisión de Joan García se habría incrementado de 25 a 30 millones de euros en caso de debutar con la selección absoluta, algo que ya no se producirá esta temporada. En un contexto de mercado en el que el club blanquiazul se prepara para negociar una posible salida del jugador, esta circunstancia reduce su margen de maniobra.
A ello se suma un detalle especialmente incómodo: desde el entorno del técnico se ha dejado entrever que Joan sí será convocado en la próxima cita internacional, previsiblemente cuando ya no forme parte del Espanyol. Una filtración que ha generado malestar, por lo que implica en términos de oportunidad y falta de equidad. En lugar de apostar por un jugador que ha brillado durante toda la temporada, la federación parece optar por esperar a que su situación contractual sea distinta.
Mientras tanto, el Espanyol mantiene una posición firme. El club no contempla negociar con el FC Barcelona —uno de los principales interesados— y exige el pago íntegro de la cláusula de rescisión si algún club quiere hacerse con los servicios del portero. La decisión de Luis de la Fuente, por tanto, no solo afecta al jugador, sino también a los intereses de una entidad que ha apostado por él, le ha dado continuidad y ha visto cómo respondía con profesionalidad y compromiso.
