Si una cosa ha llamado la atención desde la llegada de Luis Miguel Ramis al banquillo del Espanyol es el de la claridad con la que aborda los temas en sala de prensa, y el alto nivel de exigencia al que somete tanto a los jugadores como a él mismo. En una de sus primeras comparecencias públicas, tras su debut ante la SD Huesca, no se escondió y dejó claro que apuesta por un discurso claro pero sin dramatismos: “Queremos que los jugadores se suelten, que se contagien, que se expresen. Yo hablo de lo que veo y no me esconderé. No he venido a engañar a nadie. Cuando vea las cosas bien las diré y cuando no, no. Y a ellos, multiplicado por diez”. Y ciertamente, está cumpliendo con su palabra.
El entrenador del Espanyol Luis Miguel Ramis no ha esquivado en sus comparecencias públicas reseñar los errores individuales y reconocer los propio
En este sentido, el entrenador del Espanyol Luis Miguel Ramis no ha esquivado en sus comparecencias ante los medios el reseñar los errores individuales que penalizan al equipo, reconocer los propios y en lugar de insistir en las equivocaciones en sus onces o planteamientos, aprovecha el paso por vestuarios para retocar aquello en lo que consideraba había errado en su plan de partido. Por ejemplo, tras empatar en El Alcoraz ante la SD Huesca, no dudó en tildar el encuentro de sus pupilos como “malo” y admitir que “no hemos merecido ganar”, dejando ir además una frase demoledora, “el equipo sombrea en defensa”. Tras otro mal partido del Espanyol en Oviedo, insistía Luis Miguel Ramis que “hemos llegado tarde a todo y no cabían más opciones que el resultado que se ha dado. No hemos entendido el partido desde el principio, ni con balón ni sin él. Eso en Segunda se paga con la derrota. El Real Oviedo siempre ha estado por delante de nosotros. El encuentro es malo. No podemos tener dos versiones tan diferentes. Tenemos que trabajar porque eso no puede pasar. El equipo es capaz de mucho más. Puede ser que el rival te iguale, pero nosotros no podemos mostrar una diferencia tan grande entre una jornada y otra. Debemos entrar a los partidos mejor y entenderlos. Hay que darle importancia a todas las facetas de juego porque, en caso contrario, cualquiera te supera. Hoy no hemos dado dos pases seguidos, hemos estado precipitados en el inicio del juego, hemos sido imprecisos… Tenemos entidad y tenemos que dar siete pasos adelante. Podemos dar un paso atrás de vez en cuando porque vamos a perder, pero no puede ser que demos dos pasos hacia adelante y uno atrás”.
Las malas actuaciones se penalizan saliendo del campo
Precisamente en Oviedo sustituyó en el descanso a Omar El Hilali, y no dudaba posteriormente en criticar su actuación dejando muy claro que no lo había dejado para nada satisfecho: “Estábamos saliendo a destiempo. Ha sido una decisión técnica. También tenía amarilla y, a veces, también nos intentamos proteger para asegurarnos de acabar con once. Omar hoy no ha estado bien, se ha visto desbordado y creíamos que Óscar Gil nos podía aportar otras cosas”. Su descontento por el partido del canterano hizo que retornase la titularidad a Óscar Gil, aunque ésta le durase sólo 45 minutos al ex del Elche ante el Real Zaragoza. Las razones de incluirlo en un triple cambio -asumiendo por ejemplo el error de dejar fuera a Pere Milla– “la tarjeta de Óscar condicionaba porque queríamos estar once jugadores sobre el campo, aunque no lo hemos conseguido durante todo el partido. También queríamos presionar con Pere y Omar. Además, Jofre venía cansado del otro día y creíamos que Puado nos podía ayudar por banda”. Tras el empate ante el equipo aragonés, Ramis dejó claro que la primera parte había sido nefasta por parte de los suyos, sin eludir su parte de culpa: “La primera parte no la tiramos, pero casi. Tenemos que ofrecer mucho más. Hay jugadores que han de ofrecer más rendimiento y es culpa mía para que tenga una versión mejor de la que tienen”. También hubo toque de atención al jugador que con una acción evitable condicionó el partido, Fernando Calero; así hablaba de su expulsión: “La acción es interpretativa. Puede considerar que es una patada malintencionada y sabía que no iban a contradecirle desde el VAR. Es una acción decisiva, pero la decisión del colegiado es respetable. Hemos de aprender de estas experiencias. Tener 11 jugadores en el campo es muy importante. Seguro que sabe que podría haber resuelto la acción de otra forma. Incidimos en tener concentración tras hacer gol, es muy importante. Hay que llevarlo al límite y que los jugadores lo entiendan. En esa acción no tomó una buena decisión y condicionó algo el equipo”.
