Manolo González cumplía el mismo día que el equipo jugaba ante el Leganés, el pasado viernes, su primer mes como nuevo entrenador del Espanyol. El gallego fue nombrado para el cargo el 12 de marzo, convirtiéndose en sustituto de Luis Miguel Ramis, y desde entonces ha dirigido al equipo en cinco encuentros: se estrenó en La Romareda ante el Zaragoza, con victoria (0-1); el siguiente partido fue en casa frente al Tenerife, y el equipo vio a última hora como se escapaba un triunfo que parecía en el saco (1-1); posteriormente, el equipo blanquiazul logró arrancar un empate en un campo extremadamente complicado esta temporada, El Plantío, frente al Burgos (0-0); la visita del Albacete al Stage Front Stadium acababa con victoria (2-1); y finalmente, se logró un punto del campo del líder, el Leganés (0-0), con sabor agridulce a causa de una labor arbitral y del VAR absolutamente determinante en contra de los intereses pericos. El balance es pues de dos triunfos y tres empates, 9 puntos de quince posibles, con una media de 1,8 por encuentro (Luis García acreditó un 1,7, y Luis Miguel Ramis 1,6).

El Espanyol de Manolo González aún no sabe lo que es perder
Lo primero que llama la atención de este aún breve periodo de Manolo González al frente del Espanyol es que aún no se conoce la derrota; Luis García acreditó en sus 14 partidos al frente del equipo siete victorias, tres empates y cuatro derrotas, y Luis Miguel Ramis dejó un balance en 15 encuentros seis victorias, seis empates y tres derrotas. Con Manolo González al frente del equipo, el Espanyol ha dejado de ser un equipo frágil y con la mandíbula de cristal que al primer golpe en forma de gol del rival se venía abajo, viéndose una mayor confianza y seguridad de sus jugadores.

A nivel defensivo, se ha parado la sangría goleadora -sólo se han encajado dos goles en 5 encuentros, curiosamente todos en casa- pero también es cierto que pese la apuesta del gallego por el juego ofensivo y salir al verde con el triunfo en mente, ello no se está viendo traducido en una gran producción anotadora, ya que en estos cinco partidos el Espanyol tan solo ha sido capaz de materializar cuatro tantos, una media inferior al gol por encuentro. Cierto es que ha coincidido con un momento en que no ha podido contar al 100% con el principal referente ofensivo no sólo de la plantilla, también de la categoría, Martin Braithwaite, pero no se puede negar que una media de menos de un gol y haber superado únicamente una vez la diana por encuentro -sólo se han anotado dos frente al Albacete– es decepcionante teniendo en cuenta el potencial ofensivo de la plantilla perica.

Si bien el juego del Espanyol ha evolucionado a mejor desde la llegada de Manolo González al banquillo blanquiazul se ha de dar un paso adelante en cuanto a la efectividad en los metros finales y aumentar la eficacia goleadora para subir la ratio de triunfos en estos últimos siete partidos de la fase regular de LaLiga Hypermotion, ya que de seguir esta proyección el equipo firmaría a final de curso entre 70 y 71 puntos, una cifra que no garantiza al 100% el lograr plaza de ascenso directo a Primera división. Hay que recordar que Manolo González cogió el equipo en tercera posición de la tabla con 49 puntos, a uno del ascenso directo, y ahora mismo comparte la segunda plaza igualado a 58 unidades con el Eibar, con el que tiene el goal average ganado, y el Valladolid, con el que aún ha de jugar en Zorrilla un encuentro absolutamente determinante en la lucha por el ascenso directo. Recordemos que el calendario de las próximas semanas enfrenta al Espanyol contra el Andorra en el Stage Front Stadium; posteriormente, los partidos se alternan como visitante y como local: Elche, Sporting de Gijón, el citado de Valladolid, Oviedo, Amorebieta y Cartagena. Es decir, muchos rivales directos y otros que se juegan la salvación.
