Manolo González comparecerá hoy ante los medios en una rueda de prensa que se anticipa decisiva para aclarar el rumbo del Espanyol. El técnico gallego llega a este punto del curso rodeado de incertidumbre y también de mucha presión. Los últimos tropiezos, especialmente la humillante eliminación copera ante el modesto Barbastro y la derrota en Getafe, han dejado al equipo en una situación límite, tanto a nivel deportivo como anímico, y con el cargo del gallego pendiendo de un hilo.

Manolo González, que en el duelo contra el Celta logró ganarse el aplauso de una afición que reconoció su capacidad de lidiar con una plantilla muy limitada en recursos, ahora regresa al RCDE Stadium con la necesidad de reconquistar la confianza perdida. En sus últimas apariciones públicas, el técnico ha generado titulares que han dividido al entorno: antes del partido frente al Getafe, criticó abiertamente a los jugadores que no supieron aprovechar sus oportunidades en la cita copera, pero tras la derrota en el Coliseum fue acusado de realizar un análisis excesivamente indulgente, reduciendo los problemas a la falta de acierto de cara a puerta y obviando la mala imagen colectiva.

Este sábado, ante Osasuna, el Espanyol no solo se juega tres puntos vitales para escapar del descenso, sino también su estabilidad interna. El encuentro será el primero de una serie de finales antes de que acabe el año, enfrentándose también al Valencia y a la UD Las Palmas. Con solo un punto sumado lejos de casa en toda la temporada y una trayectoria irregular en el RCDE Stadium, el margen de error es ya prácticamente inexistente.

La afición, que hasta ahora ha respaldado a Manolo González por su mensaje directo y sincero, espera que el técnico recupere esa claridad en su discurso y ofrezca señales de que puede revertir la delicada situación. El reto es mayúsculo, pero también lo es la necesidad de mostrar un cambio inmediato. Ante el clamoroso silencio del resto del club, que sigue sin manifestarse, la rueda de prensa de hoy será en este sentido una prueba de fuego para el caurelao, que deberá demostrar que sigue siendo el líder capaz de guiar al Espanyol en su lucha por la permanencia.
