El entrenador del RCD Espanyol, Manolo González, ha compartido este domingo en RAC1 una reflexión tan necesaria como contundente sobre el momento que atraviesa el club. En un contexto de incertidumbre y decisiones clave por tomar, el técnico gallego ha abordado dos cuestiones centrales: el futuro de Javi Puado y la obligación de reforzar seriamente la plantilla si se quiere evitar repetir los errores del pasado.
Con respecto a Puado, Manolo González quiso aportar claridad. En medio de las especulaciones sobre una posible salida, el entrenador trasladó un mensaje de cierto optimismo: “El sábado hablé con Javi y me dijo que no ha firmado con ningún equipo y que no tiene decidido marchar. Yo no lo doy por perdido, ni mucho menos”. Sus palabras reflejan que, a día de hoy, el atacante aún no ha tomado una decisión definitiva, y que existe margen para que el Espanyol mantenga a uno de sus jugadores más importantes.
Sin embargo, Manolo fue igualmente rotundo al referirse al escenario global del equipo y al papel que debe asumir la propiedad. Su mensaje fue claro: el Espanyol no puede permitirse otra temporada al límite. “Creo que es una obviedad que nos hemos de reforzar y dar un paso adelante. Necesitamos que el equipo se refuerce y sea más competitivo. Pero no depende de mí, yo solo soy el entrenador”, afirmó, deslindando responsabilidades pero también remarcando la urgencia de actuar desde los despachos.
El técnico, que logró el objetivo de la permanencia en una situación límite, comparó la planificación deportiva con una metáfora bien definitoria: “La lista de jugadores la tenía el año pasado y la tengo ahora. Puedes tener una lista con los coches que te gustan, pero si no tienes dinero, te has de acabar quedando con el más barato”. La frase refleja no solo la dificultad con la que trabaja el cuerpo técnico, sino también la falta de recursos o voluntad inversora que limita cualquier ambición real de crecimiento.
El punto más directo llegó al final de sus declaraciones, con un aviso a la dirección del club que no admite interpretaciones: “El club ha de ser consciente que estamos caminando por un hilo, que en cualquier momento se puede romper”. El mensaje es inequívoco. La estabilidad del proyecto deportivo del Espanyol no está garantizada si no se toman decisiones firmes y valientes durante este verano.
Las palabras de Manolo González son una seria llamada de atención. El técnico, que ha logrado cohesionar al grupo y conectar con la afición, necesita respaldo institucional y una plantilla competitiva para consolidar lo logrado. De lo contrario, el riesgo de volver a una situación límite es real. El club tiene ahora la responsabilidad de demostrar que ha aprendido de la experiencia reciente. Y el tiempo para hacerlo empieza ya.
