Martín Chico es una persona muy querida en el entorno del Espanyol y también es muy especial para todos los que conformamos el proyecto de La Grada. No solo por lo que dice, sino también por lo que representa. Porque, además de ser uno de los habituales en La opinión del día de La Grada Ràdio, es también el gran mecenas del canal de Twitch de La Grada: un perico de los que no solo están, sino que hacen. Siempre regalando suscripciones a diestro y siniestro, a todo aquel que pase por el canal con una bufanda virtual blanquiazul, haciendo posible que el proyecto siga creciendo y llegue a más espanyolistas cada día. Un apoyo silencioso, pero fundamental.
Este miércoles en el programa arrancó con una ironía bien afilada: “Quiero comenzar ante todo dando las gracias al Internazionale Milano, ¿eh Barça? Por la machada de anteayer”. Un comentario en tono burlón dirigido al eterno rival, sin necesidad de decir demasiado más. La sonrisa se intuía en su rostro.
Pero en seguida fue al grano. “Hoy no tengo mucho a añadir a lo que se viene hablando a lo largo de la semana, que si se necesita un punto, dos, tres, cuatro… creo sinceramente que como no sea un punto de sutura no vamos a necesitar nada más. Creo que esto está hecho”. Así lo soltó, con esa mezcla entre tranquilidad y convicción que da el haber vivido mil batallas. Para él, el desenlace de esta Liga ya se puede tocar con los dedos. Y el domingo, en Leganés, puede ser el momento decisivo: “Allí estaré”, anunció, reafirmando ese compromiso perico.
Pero como suele pasar con Martín Chico, no todo fue lo que pasa sobre el verde. Hubo también espacio para una reflexión más seria, más profunda, sobre el estado del club. “Me gustaría que tras este paso por la temporada con tanto altibajo, tan triste primero, tan alegre después, pues sinceramente se acabara. Se acabara más que nada porque no se puede estar con este tran-trán… un club serio, responsable, un club club con mayúsculas no puede estar con esta dinámica”. Es el sentir de muchos socios y socias del Espanyol, que viven cada jornada con el alma en vilo y la incertidumbre como única rutina.
Y luego, el dardo directo a la gestión. “Por eso le pido al representante de Chen en la tierra y CERO del Espanyol señor Mao —y sí, he dicho bien, CERO y no CEO, porque para mí es un cero a la izquierda— que por lo menos sean claros, que sean diáfanos, que nos expliquen lo que quieren hacer con el club”. Las palabras no fueron suaves, pero tampoco vacías. Martín habló con la frustración de quien quiere lo mejor para su club y no encuentra respuestas. “Y que si no saben realmente ni lo que quieren ni lo que van a hacer, ni siquiera pueden dar explicaciones, que abran la puerta, cojan la maleta y se vayan de una puñetera vez”.