A veces, el fútbol es así de cruel. O irónico. O simplemente caprichoso. En 2019, Marc Pubill fue descartado por el Espanyol porque lo vieron demasiado menudo para llegar a la élite. Hoy, seis años después, con un físico imponente y mercado internacional a sus pies, el club blanquiazul ve cómo aquel chico que no convencía ahora es objetivo de gigantes como el AC Milan, la Juventus y el Wolverhampton. El resumen perfecto de lo que pasa cuando el talento va por delante del tiempo.
La historia es tan real como dolorosa para el Espanyol. El lateral derecho, nacido en Terrassa en 2003, pasó por la Dani Jarque sin hacer demasiado ruido… hasta que el club decidió no contar más con él. Entonces fue cuando, un año más tarde y con un estirón de esos que cambian carreras, Pubill brilló en el Gimnàstic de Manresa y el Espanyol quiso volver a tocar su puerta. Pero ya era tarde. El Levante se adelantó y cerró su fichaje por cinco millones. El Valencia también lo quiso, pero llegó segundo.
Hoy, con 21 años, 1’90 de altura y tras una temporada destacada en la UD Almería, Pubill se ha convertido en uno de los nombres propios del mercado. Según publicó Rudy Galetti, el Wolverhampton ha hecho una oferta en firme que ronda los 19 millones de euros. Cifra que, según varios medios, pone a los ingleses en cabeza. Pero ni mucho menos están solos. Desde Italia, Nicolò Schira y Gianluca Di Marzio aseguran que el AC Milan aprieta fuerte. De hecho, hablan de un principio de acuerdo con el jugador hasta 2029, ampliable a 2030. La Juventus también está al acecho.
El problema, como siempre, está en el precio. El Almería quiere 15 millones fijos más bonus, mientras que el Milan solo pone 10 sobre la mesa. Y no es un asunto menor: la operación es clave para la economía del conjunto andaluz, que busca ingresar cerca de 40 millones entre Pubill y Luis Javier Suárez. El Levante, por su parte, sigue atento: se guardó un 20% de la plusvalía cuando lo vendió, y podría rascar una buena suma.
Y sí, aunque solo sea un pequeño consuelo, el Espanyol también verá una parte -mínima- del traspaso por derechos de formación. No es una indemnización especialmente significativa, ni mucho menos, pero al menos el nombre de Pubill volverá a pasar por la contabilidad perica. Porque si algo queda claro con esta historia, es que en el fútbol todo cambia en cuestión de tiempo… y centímetros.
