Kylian Mbappé mostró su cara más negativa en el duelo que enfrentó ayer al Real Madrid con el Alavés en Mendizorroza. El de Bondy completó unos 38 minutos para el olvido, coronados con una expulsión que costó muy cara a su equipo. Los de Ancelotti, ayer Davide, tuvieron que jugar el final de la primera y toda la segunda parte con uno menos teniendo que hacer un esfuerzo titánico para mantener el 0-1 logrado por Camavinga en el minuto 34. El esfuerzo tuvo su premio y los blancos se marcharon con un trabajadísimo triunfo de Vitoria, a pesar del ‘harakiri’ de Mbappé. El delantero no solo realizó una imprudencia inaceptable sino que en el tiempo que estuvo sobre el césped fue testimonial y apenas creo peligro.
Dos o tres partidos de sanción
El ‘9’ madridista fue protagonista de una de las acciones más temerarias de lo que llevamos de curso. Una entrada durísima sobre Antonio Blanco que le costó, VAR mediante, la roja directa. Mbappé, frustrado y desesperado en Mendizorroza, reaccionó de la peor de las maneras cuando en una jugada aislada en el medio campo, entró con los tacos por delante impactando en la cara interna de la pierna del jugador alavesista. Una entrada feísima, a destiempo e innecesaria fruto de un cruce de cables. Antonio Blanco, afortunadamente, pudo continuar en el partido y la acción no ocasionó una lesión.
Soto Grado no se percató de la gravedad de la entrada en un primer momento y amonestó a Mbappé con tarjeta amarilla, sin embargo, Gil Manzano le avisó desde el VAR para que revisara la acción y el árbitro de campo terminó expulsando al futbolista una vez vio repetida la entrada en el monitor. Roja directa.
El acta postpartido fue benévolo con el jugador del Real Madrid. El colegiado definió de esta manera lo que había ocurrido: “En el minuto 38 de partido, el jugador Mbappé Lottin, Kylian fue expulsado por el siguiente motivo: Por entrar con el pie en forma de plancha a la altura de la espinilla de un contrario, en la disputa del balón, usando fuerza excesiva“. De esta forma, todo parece indicar que el francés se perderá entre 1 y 3 partidos, todo apunta a 2. Y por lo tanto estará disponible para jugar en la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona el próximo 26 de abril.
Cuarta expulsión en su carrera
La de ayer fue la primera cartulina roja que ve el francés desde su llegada al Real Madrid el pasado verano, y hacía 5 años, 11 meses y 15 días que no era expulsado. La vista frente al Alavés supone la cuarta expulsión de su carrera deportiva (todas las anteriores con el Paris Saint Germain).
Mbappé se estrenó en este negativo registro el 30 enero de 2018 en una semifinal de la Copa de la Liga contra el Stade Rennes. Fue expulsado a los 61 minutos. La segunda expulsión llegó el 1 de septiembre de ese mismo año al recibir una roja directa en el minuto 90 en la visita al Nimes en un partido de Ligue 1. Y la tercera y última en el conjunto parisino ocurrió el 27 de abril de 2019, en la final de la Copa de Francia, de nuevo contra el Stade Rennes. Recibió una roja directa en el último minuto de la prórroga, el 119.
Una sequía preocupante
El mal momento del Real Madrid va de la mano de un bajón en el rendimiento de Kylian Mbappé. El delantero, desde su doblete en Liga ante el Leganés el 29 de marzo no ha vuelto a marcar gol ni a repartir ninguna asistencia. Un bache que se prolongó ayer a los cuatro partidos. Ha estado errático, impreciso y con la pólvora mojada contra la Real Sociedad en Copa del Rey, frente a Valencia y Alavés en Liga, y por supuesto ante el Arsenal en la ida de los cuartos de la Champions.
El miércoles es imprescindible que Mbappé recupere la inspiración y deje atrás los fantasmas de estos últimos encuentros. Gran parte de las posibilidades de remontada están en los pies del de Bondy. El equipo le necesita y él tiene que aparecer.