El Espanyol encarará el próximo año 2025 un mercado de verano decisivo, y no necesariamente en el más deseable de los escenarios. Con la noticia avanzada por La Grada Ràdio de que Leandro Cabrera se suma a la extensa lista de jugadores que finalizan contrato en junio, el club se enfrenta a una situación ciertamente compleja: hasta 13 futbolistas podrían quedar libres, generando una incertidumbre sin precedentes. Esto incluye a Javi Puado, Brian Oliván, Sergi Gómez, Álvaro Aguado, Salvi Sánchez y el propio Cabrera, junto a Alejo Veliz, Alex Král, Walid Chedira, Marash Kumbulla, Carlos Romero, Naci Ünüvar e Irvin Cardona. Si se acaba certificando la marcha de todos o de la mayoría de futbolistas citados la cuestión es si el Espanyol será capaz de construir un equipo competitivo o si, una vez más, tendrá que atravesar un mercado de fichajes con parches y soluciones temporales.

Para el club, esta situación podría tener un atisbo de esperanza en términos de liberar una masa salarial que permitirá realizar movimientos, en teoría, más ambiciosos. Con los ingresos previstos por la venta de Joan García y una ampliación de capital prevista para mayo, la dirección deportiva bajo Fran Garagarza debería tener un margen más holgado en términos económicos que en los que marcaron la línea en la configuración de la plantilla la pasada temporada. Sin embargo, se vislumbra un trabajo hercúleo para la próxima campaña, especialmente en defensa. ¿Será suficiente para evitar otro episodio de reconstrucción sin fin, o estamos ante la antesala de una posible travesía en el desierto, agravada por el riesgo de descenso?
La defensa: una línea en riesgo de quedar en quiebra
La línea defensiva es, probablemente, el área más preocupante de cara a la temporada 2025-26. Con la confirmación de que Cabrera acaba contrato en junio y con equipos tras él, el Espanyol podría ver desaparecer parte de su solidez en la zaga. Sergi Gómez también podría salir, y Marash Kumbulla, clave en la defensa este año, regresará a la Roma al finalizar su cesión. Esto dejaría a Calero como único central con contrato vigente, aunque existen algunas dudas al respecto. En el lateral izquierdo, la situación es igualmente alarmante: Brian Oliván termina su vínculo y, sin señales de renovación, todo apunta a una salida; Carlos Romero, por su parte, volverá al Villarreal.

En el lateral derecho, ocupado actualmente por Omar y Álvaro Tejero, el panorama permite ser algo más optimistas. El hispanomarroquí renovó el año pasado hasta 2027 y parece tener asegurada su continuidad, respaldado por su lugar en el once de Manolo González. Tejero, aunque con contrato hasta junio, firmó una cláusula opcional que le permite seguir en el equipo, salvo una sorpresa mayúscula.
Joan García: la casi segura venta estrella del verano
Para completar este escenario, en la portería el Espanyol vivirá salvo sorpresa descomunal su traspaso más importante del verano. Joan García, que ha sido titular indiscutible y suena en el radar de varios clubes de primera línea, marchará si se recibe una oferta que ronde su cláusula, dadas las dificultades económicas que arrastra el club. En cuanto a Fernando Pacheco, con tiene contrato hasta 2026, su rol secundario hace que su continuidad no sea segura si le llega una oferta atractiva.

Un momento clave para la dirección deportiva
El reto que parece que se le planteará a Fran Garagarza puede ser monumental. Debido al número de salidas que se avecina y las restricciones del mercado, el Espanyol deberá fortalecer su plantilla de forma inteligente y con un elevado porcentaje de éxito para no entrar de lleno en un ciclo negativo de austeridad y soluciones provisionales. Mientras algunos aficionados pericos ven esta incertidumbre como una oportunidad para una reestructuración radical, algo que ven absolutamente necesario, la verdad es que sin un soporte financiero fuerte, el peligro de toparse de cara con otra temporada de supervivencia es palpable.

El Espanyol se encuentra en una complicada encrucijada donde las elecciones de la propiedad y la dirección deportiva definirán el futuro del equipo. Con los rumores sobre el interés de otros equipos en jugadores como Puado y la exigencia de reformar varias líneas, en especial la defensa, el club tendrá ante si el desafío de fortalecer una plantilla que asegure estabilidad y, especialmente, una mayor ambición.
