En los negocios, el círculo virtuoso tiene una consecuencia; resultados eficaces y óptimos. En contraposición, está el círculo vicioso, en el que las circunstancias y las causas se retroalimentan y no se obtiene lo deseado. Ahí y solo ahí, estamos metidos con decisiones inexplicables a ojos del aficionado común.
Un vuelo estéril para adornar el primero y clavado en un balón colgado de 50 metros en el segundo. Hablo de Lecomte.
La mejor labor se hizo de modo conjunto en ambos laterales; Óscar Gil y Brian Oliván no concedieron atrás y optaron al MVP en una posición de escaso reconocimiento.
A Sergi Gómez le ganan las espaldas porque marca al rival como si le hicieras la pelota al jefe.
Si no complementas a Cabrera con un antónimo a su juego, repites errores en la salida y dudas en la contundencia.
Vini Souza concedió espacios porque sigue sin aprender el ahorro de esfuerzos baldíos.
No acepto que Edu Expósito ya salga desde la pizarra como sustituido en la primera ronda de cambios.
Forzamos a Darder a ubicarse en un espacio tan amplio que acabará volviendo al circuito de frustraciones pasadas.
Recuperó el gol Puado y sentimos la ilusión que se experimenta al encontrar una botella con mensaje en la orilla de la playa.
Que alguien le explique a Braitwaite que su procedencia no le exime de defender.
Se ha convertido Joselu en pieza de caza mayor y le vigilaron a la inversa de lo que le hicimos a Lucas Boyé.
Nunca los cambios fueron tan desacertados, no por los que entraban, sino por los que salían: Aleix Vidal acusado de falta inexistente previo al segundo gol, un Lazo de nivel indescifrable, Keidi Bare dispuesto a todo por coraje, Melamed a un larguero de la gloria y Calero, para demostrar que el entrenador es el único animal que tropieza mil veces en la misma idea.
Decía antes, que el círculo vicioso en el que andamos metidos, viene dado por la insistencia del prueba/error sin más variantes que las repetidas en estas 11 jornadas. Nadie salió beneficiado de este tipo de decisiones y no se vislumbra una reacción en sentido contrario. Y la única forma de detener esta rueda, es hacerlo en seco y dejar de sufrir esta penitencia.
