El viernes arranca la jornada 7 de LaLiga EA Sports con un partido que huele a revancha: Girona – Espanyol en Montilivi. Para los pericos no es un duelo más, porque la temporada pasada allí se llevaron un 4-1 que dolió y mucho. Aquella goleada dejó cicatriz, pero como ha repetido más de una vez Manolo González y también varios jugadores, sirvió como punto de inflexión para enderezar el rumbo y acabar logrando la permanencia. Ese recuerdo, inevitable, hace que el derbi tenga un sabor especial.
Girona sin victorias y con urgencias
El Girona de Míchel todavía no sabe lo que es ganar en esta Liga. El 1-1 en San Mamés dejó al equipo con la sensación de que podía haber hecho más. El gol de Ounahi alimentó esperanzas, pero después se vio un conjunto frágil, incapaz de rematar partidos. La presión empieza a ser real en Montilivi: seis jornadas, cero triunfos, y una afición que ya pide reacción inmediata. Por eso la comparecencia de Míchel se ha convertido en una cita clave para medir el ánimo de un vestuario que no quiere caer en el pozo.
Espanyol con la moral disparada
Enfrente está un Espanyol que viene de un empate con sabor a victoria contra el Valencia (2-2), gracias al cabezazo de Javi Puado en el 95’. Ese gol reafirmó la idea de que el equipo nunca baja los brazos. Los blanquiazules llegan con confianza, con ganas de demostrar que el recuerdo del 4-1 ya está superado y con el reto de firmar un partido serio en campo rival. La visita a Girona es un examen de carácter.
Una rivalidad que se calienta año tras año
Los Girona – Espanyol han pasado de ser simples partidos de calendario a auténticos derbis. En los últimos años se ha instalado una tensión evidente entre ambos clubes, con partidos intensos y marcados por la emoción. Ahora, con el Girona necesitado y el Espanyol con ánimo de revancha, el discurso de Míchel en la previa será analizado con lupa. Su mensaje puede marcar el tono de un partido que promete ser de alta tensión.
El valor del derbi y la importancia del Espanyol
Míchel arrancó la previa del Girona – Espanyol confirmando que Donny van de Beek sufre una lesión en el tendón de Aquiles y está en manos de los médicos. El técnico espera que el club emita un comunicado pronto, aunque no escondió que la baja es importante porque el jugador estaba llegando a su mejor versión. El equipo, por su parte, apenas ha podido entrenar en condiciones por un calendario que aprieta con tres partidos en seis días, pero el entrenador insistió en que llegan preparados para competir.
Aunque el choque está señalado como derbi catalán, Míchel prefirió quitarle ese envoltorio y centrarse en lo estrictamente futbolístico. Para él no es un partido diferente, sino un encuentro más donde se necesita dar la mejor versión: “Para mí es un partido más, sé que ya hay mucha repercusión, pero es un partido importante, como todos, y necesitan dar la mejor versión. No he hablado de un derbi, he hablado de cómo está el Espanyol ahora mismo, y cómo pueden hacer daño, y las cosas positivas que tienen, que ahora mismo son muchas, ser capaces de contrarrestarlas. Y ya está, no he hablado de un derbi, de un partido diferente, ni de nada”
Lo que sí subrayó es el buen momento del Espanyol, al que definió como un equipo muy peligroso en transiciones, con jugadores que marcan diferencias como Puado, Roberto o Pere Milla, y con laterales que llegan muy alto. La receta, según el entrenador, pasa por dominar el balón y controlar las transiciones: “Trabajan muy bien las segundas jugadas, son capaces de llegar con mucha gente al área rival, en transición hacen muchos goles. Puado, Roberto, Pere Milla, los laterales, sobre todo el de la izquierda, es un jugador que llega muy alto. Contrarrestar y ser capaces de dominar el partido, nosotros pensamos que es mejor para nosotros, que es dominar el balón y tener controladas las transiciones. Veremos, pero tengo claro qué hacer y los jugadores también”.
Una enfermería llena de nombres importantes
A la baja de Van de Beek se suman las ausencias de David López, Thomas Lemar, Ricard Artero, Abel Ruiz, Viktor Tsygankov y Juan Carlos Martín. Habrá pues bajas importante sara el derbi. Algunos dependen de sus sensaciones, otros deben cumplir plazos de recuperación. El entrenador reconoció que la situación complica mucho la preparación, pero aseguró que la plantilla está mentalizada para sobreponerse.
Posesión y cambios de plan
En las últimas jornadas, el Girona ha perdido protagonismo con el balón, algo que sorprende porque el curso pasado fue el tercer equipo de la Liga en posesión. Míchel explicó que no fue casualidad: contra el Levante, el equipo jugó condicionado por las bajas; contra el Athletic, la presión rival y la falta de confianza obligaron a buscar un fútbol más directo. Aun así, recalcó que su idea es volver a dar un paso adelante con balón, porque ahí se siente más cómodo el grupo: “No, nunca es casualidad. Las cosas pasan por algo. El día del Levante es porque tenemos dos jugadores menos. La primera media hora no ganaron la posesión. Nosotros ganábamos la posesión. Y el día del Atlético, el Atlético era el Atlético. Por nuestra situación de confianza en el balón y su presión, decidimos jugar más largo. Y ser capaces de ganar segundas jugadas y jugar hacia adelante después de recuperar el balón. Hicimos un cambio en ese sentido, pero fue un cambio por el rival, por su presión y por nuestra sensación y confianza en el fútbol. Y ya está. Y mañana queremos dar un paso adelante con el balón”.
El punto de San Mamés como impulso
El empate en Bilbao llegó como agua en el desierto. Según el técnico, sirvió para que los jugadores ganasen confianza y recuperasen la sensación de estar juntos. Falta transformar esa energía en victorias, pero al menos el vestuario respira de otra manera. El reto ahora es convertir esas buenas sensaciones en algo tangible frente a un rival que atraviesa un momento dulce: “Yo creo que a todos les ha venido muy bien este punto para ganar confianza. La realidad es que necesitan una victoria ya y además es un partido muy importante. Pero después del otro día, he visto a la gente más contenta, con la sensación de que hemos hecho las cosas bien, que por fin el equipo ha jugado junto. Y eso es muy bueno para nuestra dinámica y para jugar mañana contra un rival que está en un momento muy bueno y que necesita hacer un gran partido”.
Cómo frenar al Espanyol
Míchel tiene claro que para competir ante el equipo de Manolo González no basta con resistir. Ha preparado un plan para intentar dominar y, al mismo tiempo, contrarrestar las armas blanquiazules. Reconoce que Espanyol tiene varios futbolistas en un gran momento de forma y que pueden hacer daño de muchas maneras, pero insiste en que el Girona también debe dar un paso adelante, atacar, sacar el balón con criterio y, sobre todo, no perder su identidad: “Hemos preparado un partido para ser capaces de dominarlo y ser capaces de atacarlos. También para contrarrestar situaciones de su estilo y de su manera de hacer las cosas. Veremos si somos capaces. La realidad es que ahora mismo hay jugadores que están en un gran momento de forma. Puado, Roberto, Pere Milla, Expósito… Son jugadores que están muy bien, que están haciendo un gran trabajo. Pero creo que nosotros también somos capaces de dar un paso adelante y ser capaces de dominar el partido. Eso es lo que necesitamos. Yo siempre miro cómo atacar al rival y cómo ser capaces de sacar el balón. Hemos preparado un partido para hacerlo”.
La afición, clave en Montilivi
El técnico terminó lanzando un mensaje a la grada: la plantilla necesita el apoyo de la afición más que nunca. Recordó que en todos los estadios donde han jugado se ha notado la energía del público, y que Montilivi tiene que ser igual o más. Quiere que el equipo represente con orgullo al club y que la gente se sienta reflejada, porque en un momento complicado como este la unión puede marcar la diferencia: “El equipo tiene un papel importante. Un jugador solo es difícil que pueda sacar al equipo de esta situación. Necesitan a todos. Necesitan a nuestra gente. Es la realidad. Siempre lo he dicho. Necesitamos dar un paso adelante en el campo. Y que ellos sientan que están bien representados por nosotros. Y orgullosos de nosotros. Pero los necesitamos mucho. Desde mañana y siempre. No sé si una victoria les daría confianza a todos. Evidentemente sí. Pero necesito sobre todo que ellos estén a nuestro lado. Que vean que el equipo tiene ánimo en el campo. Que lucha por su camiseta. Que estén todos juntos. Y que la energía de Montilivi se note en los jugadores. Necesitamos siempre a nuestra afición. Lo hemos visto en cada campo que hemos visitado. Y en el nuestro es lo mismo. Necesitamos a nuestra gente. Necesitamos mucho. Para ganar y para salir de esta situación”.