El pasado 15 de mayo, justo antes del Espanyol- Barça, una conductora atropelló a una veintena de seguidores pericos en los alrededores del RCDE Stadium. El balance fue de 14 heridos, dos de ellos graves, y una polémica enorme que ha llegado hasta el Parlament. Ahora, como explican Germán González y Àlex Rebollo en El Periódico, Interior ha detallado que los Mossos no detectaron un “peligro evidente” que justificara frenar el paso del vehículo.
El coche entró por un acceso permitido
El informe explica que el barrio de la Riera estaba cerrado como en cada partido, pero se habilitaban accesos para vecinos y transporte público. La mujer, de 34 años, entró por la avenida del Baix Llobregat con un distintivo de residente y “no se consideró problemática su presencia en la zona”. Según Interior, “el vehículo no fue detectado cometiendo ninguna infracción o generando un peligro evidente que justificara una intervención previa a ser rodeado”.
Un dispositivo dinámico, no un cierre total
El dispositivo de los Mossos, recalca El Periódico, llevaba una década aplicándose de la misma forma: no era un perímetro cerrado, sino dinámico. Antes que la conductora ya habían pasado otros coches por ese mismo punto. Por eso, sostienen que “la situación de peligro no era previsible y no había ningún indicio de que requiriese valorar un cambio en la ejecución del dispositivo”.
La reacción de la conductora y la acusación penal
El problema llegó supuestamente cuando el coche quedó rodeado por aficionados del Espanyol. Al verse increpada, la mujer aceleró y terminó arrollando a varias personas. Está acusada de delitos contra la seguridad vial, desobediencia a la autoridad y lesiones por imprudencia.
Situación crítica y actuación policial
Los Mossos señalan que recibieron aviso de que el coche estaba “inmerso en medio de la masa de personas y era atacado por la multitud”. Llegaron rápido, dicen, intentaron apartar a los seguidores y rodearon a la conductora en lo que califican como “situación crítica”. Pese al contexto, en el que lógicamente los aficionados pericos estaban centrados en rescatar y atender a los heridos, aseguran que recibieron “ataques directos” y que usaron las porras “de forma puntual y selectiva”.
Los heridos y la versión oficial en el estadio
Las asistencias atendieron a los heridos mientras un dron policial seguía la escena desde el aire. Desde megafonía del estadio se informó que solo había heridos leves y que la situación estaba bajo control, aunque lo cierto es que sí había heridos de gravedad.
Reunión al descanso y decisión de seguir jugando
En el descanso, como recoge El Periódico, hubo reunión entre el director de seguridad del Espanyol, el coordinador de los Mossos y representantes de las peñas de animación, que pedían suspender el partido. Allí se explicó que se trataba de un accidente y que la mayoría de heridos estaban leves, obviando la gravedad de los hechos.
El árbitro se ofreció a suspender el encuentro
Interior explica que antes de empezar el partido se informó a árbitros y equipos de que no había riesgo para seguir adelante. El coordinador policial no propuso la suspensión, aunque el colegiado dejó claro que la aplicaría “si se le planteaba formalmente”. La decisión final fue continuar, viendo además que buena parte del estadio se mantuvo en su asiento.
