Pacheco: 4 PRECIPITADO
Pecó de tirarse antes de hora en ambos goles, aunque tampoco fueron errores groseros. Salvó un mano a mano ante Booth entre el primer y el segundo gol.
Óscar: 4 INOFENSIVO
No consiguió profundizar por banda pese a que Lazo, su extremo, tendía a ir hacia dentro. En defensa, el peligro llegó más bien por el otro costado. Omar El Hilali fue su cambio.
Sergi: 4 DESAPARECIDO
No protagonizó ningún error clamoroso pero tampoco ayudó a resolver los problemas del equipo. Como suele ser habitual, pasó desapercibido.
Calero: 3 DESGRACIADO
Blando en la marca de Douvikas en el primer gol, posteriormente le señalaron incorrectamente un penalti que el mismo delantero griego transformó. En el tercer gol, ni él ni Cabrera cogieron la marca de Labyad. Rubén Sánchez le sustituyó en el segundo tiempo.
Cabrera: 3 DESCOLOCADO
Dejó al lateral rival el espacio que quiso para ponerle un balón de gol a Douvikas apenas empezó el partido. Por mucho que lo diga Garagarza o Luis lo ponga ahí, no puede jugar de lateral.
Oliván: 6 ADELANTADO
Participó en ataque poniendo buenos centros, aunque ahora mismo el Espanyol carece de un cabeceador que envíe esos balones a la red.
Pol: 6 DESASISTIDO
Se vio solo en un centro del campo sin organizador puro. No pudo sobreponerse al desastre colectivo. Sustituido en la segunda parte por Gragera.
Keidi: 3 DESESPERADO
Se metió en una tangana tras una falta a Pol Lozano y luego le dejó un feo recado a Booth. Hizo méritos de sobra para salir expulsado. Futbolísticamente, poco. Expósito entró en su lugar.
Nico: 4 APAGADO
El desorden entre sus compañeros y la dureza de los defensores del Utrecht le impidieron generar demasiado peligro. Jofre Carreras le relevó en la segunda parte.
Lazo: 4 DESACERTADO
Tuvo la más clara del primer tiempo pero mandó fuera el buen centro que le había puesto Brian Oliván. No se le vió especialmente cómodo por derecha. Nabil entró en su lugar.
Braithwaite: 6 CONECTADO
No recibió todos los balones que le gustaría y cuando tuvo ocasiones fueron remates de cabeza que, como nos demostró, no es su especialidad. Aún así, su situación personal no le desconectó del juego.