El ascenso de Omar El Hilali al primer equipo del Espanyol es junto al retorno de Rubén Sánchez, que se ha decidido acabe antes de tiempo su cesión al CD Mirandés -el joven futbolista perico retorna con la idea de que actúe como extremo- son a falta de dos días para el cierre del mercado los dos únicos movimientos en el mercado del club blanquiazul. Poco está pudiendo celebrar el jugador de L’Hospitalet este paso tan importante en su carrera, ya que la situación deportiva del equipo no lo permite; en declaraciones a ‘Relevo’, Omar El Hilali habla de esta crisis abierta en el Espanyol, con un Luis Miguel Ramis en el punto de mira del entorno. Cuestionado por cómo digirió el equipo el señalamiento del entrenador a los futbolistas tras perder ante el Eldense, explica el lateral, “No pensamos en eso. Estamos focalizados en el objetivo y en mejorar. Solo pensamos en lo que hacemos en el día a día, en hacernos fuertes en casa y también fuera y en ganar este domingo. No puedo decir más, nosotros pensamos en eso”. De todos modos, entiende que haya nervios y que la afición critique: “Es normal porque quieren que el equipo gane siempre, pero nosotros nos tenemos que centrar en trabajar. Les pedimos que estén con nosotros, que nos apoyen más que nunca y que iremos a muerte, seguro”. Omar El Hilali reflexiona sobre los problemas que está teniendo el equipo para asimilar el cambio en la propuesta de juego respecto a la etapa de Luis García: “Es un proceso. Si cuesta o no depende de cada uno. Somos profesionales y tenemos que adaptarnos a lo que nos piden. Lo que más destaco de Ramis es que vive mucho el día a día, es exigente y te hace sacar lo mejor. Eso nos va bien, nos exprimimos al máximo en el día a día”.

El buen momento de Omar El Hilali en el Espanyol, que comparte con su familia
En todo caso, no puede pasar por alto el buen momento de Omar El Hilali a nivel personal en un Espanyol en el que por fin ha encontrado su sitio: “No me lo esperaba. Al comienzo de la pretemporada pensaba en irme, y ahora la gente me quiere, me han renovado y estoy asentado. El club confía y mi familia y yo estamos orgullosos de eso. El pasado invierno quería salir, tenía opciones, pero finalmente no se dio. Y bajé al filial, que me lo tomé bien, fue positivo, ayudé a mis compañeros y fui uno más. Demostré que podía estar en el primer equipo”. Internacional marroquí sub-23, sueña con el ascenso y también con ir con el combinado nacional de Marruecos a los Juegos Olímpicos; Omar El Hilali habla de las dificultades y el esfuerzo que ha tenido que hacer su familia hasta este momento en que recogen los frutos de todo el trabajo hecho: “De niño me pasaba todo el día en el parque jugando con mi primo y mis hermanos. Empecé en el Hospitalet Atlètic y luego en Santa Eulàlia. Tuve una infancia dura. Éramos seis hermanos y al comienzo mi padre no trabajaba y tenía que mantener a la familia. Y mis hermanos se tenían que buscar la vida con cosas en la calle. Era joven y tenía en la mente que mis hermanos o yo teníamos que hacer algo para que mis padres vivieran bien. Les estoy dando lo que se merecen. Y esto es poco, se merecen el mundo entero. ¿Cómo vivían ellos en Marruecos? Me intereso por su historia, les pregunto a menudo. Era una vida en una aldea en la que todos se conocen. Un día mi padre cogió el visado y vino solo a Barcelona. Mi madre se quedó en casa con mis hermanos. Mi padre logró ahorrar dinero y se pudieron trasladar todos aquí. Y luego nací yo. Con mi hermano grande me llevo 13 años, y luego hay otros pequeños, el que más tiene ahora 14. Mis hermanos mayores tuvieron que trabajar porque mi padre no podía sacar a seis niños adelante sin ayuda. Estaban estudiando y con 16 años lo dejaron para trabajar. Los sueldos no eran muy altos. Trabajaron mis tres hermanos mayores. Mi padre dio mucho para mantenernos. Estoy orgulloso de mí y quiero seguir sintiendo ese cariño por parte de mi padre. En los momentos difíciles está conmigo siempre”.

Omar El Hilali, una forma madura y serena de afrontar los lamentables episodios de racismo
Omar El Hilali padeció en sus carnes un episodio racista en el campo del Cartagena que gestionó de una manera muy madura, evitando seguir el ejemplo de otros futbolistas más mediáticos: “No le di bola. No hay que darle bola. Hay que erradicar estos comportamientos del deporte y de la vida en general. Hay que pararlo. Lo veo de la manera en la que si le das bola es que te afecta. Lo mejor es no contestar, seguir a lo tuyo. Si la gente ve que te afecta lo seguirá haciendo porque verá que rindes menos y que son capaces de sacarte del partido. Hay que pararlo, no hay que dejarlo, pero con un toque de atención es suficiente”. El lateral perico ve como una meta con jugar el Mundial 2030 en Marruecos con su país, aunque su prioridad es ahora mismo el Espanyol: “Sería un sueño, ya sea en 2030 o cuando sea. Quiero estar en la elite de la selección. Cuando vas a Marruecos se respira fútbol en el día a día. Los campos en la calle están llenos. El rey promueve el deporte, especialmente el fútbol, que se sigue en todo el país. Estoy orgulloso de la gente de mi tierra. Pero ahora estoy centrado en el ascenso del Espanyol. Es el primer sueño junto con poder jugar en Primera. Y si tengo la opción de la selección, sería un plus. Pero solo pienso en el Espanyol”.

