El sentido homenaje de Juan José Caseiro homenaje a Àlex Noguera y a los voluntarios del entorno del Espanyol que han ayudado en la tragedia de Valencia:
Algunos hombres buenos
Una enorme tragedia asomó y las rutinas se nos fueron al carajo. En Valencia, una DANA con rebote en Letur (Albacete) nos puso delante de la televisión para comprobar la fragilidad del ser humano cuando la naturaleza saca toda su potencia. Miles de voluntarios y otras tantas de colectas, se pusieron en marcha en un país que se desangraba por un costado del Mediterráneo. Tres semanas después, en las poblaciones afectadas se cuelgan pancartas de agradecimiento, se garabatea en los cristales de coches destrozados las palabras más bellas por el apoyo mostrado y un pico de esperanza aparece para confirmar la leyenda de que ‘el pueblo salva al pueblo’.
En la escala de sus posibilidades, hoy quiero acordarme de los héroes sin capa del espanyolismo, que empieza por todos los que aportaron en la recogida de alimentos y ropa, que continúa con todos los chavales de la Curva encargándose de la logística y acudiendo a Valencia y termina en nuestro Àlex Noguera, que, como muchos otros, nos enseñaba en un directo, la devastación que ocasionó el agua y el barro.
El bueno de Àlex me contaba en el Eixample Teatre, en algo más de cinco minutos, el alcance del desastre y de qué manera intentaba ayudar. El tono de sus palabras, la gesticulación para intentar trasladarte a lo que con sus ojos él había observado, indicaban como le había marcado sus días allí trabajando. Por eso, en ratos como estos, quiero emplear este espacio para dejar escrito lo que ya le confesé en privado: orgulloso de lo que has hecho. Hay quien usa su vertiente famosa para hacerse la foto como si aquello fuese uno más de sus decorados y prefiero acordarme de los que de verdad estuvieron allí dejándose el alma. De voluntad generosa y altruista, Àlex, que me decía no merecer estas palabras, es la muestra de que sigue habiendo más gente con clase que clase de gente y en una sociedad despersonalizada, su ejemplo, como el de tantos, nos confirma que sigue habiendo algunos hombres buenos. Y mujeres, por supuesto.
Amigo, gracias por tu esfuerzo. Te esperan las cosas buenas que les pasan a las personas buenas. Ni más, ni menos.
Juan José Caseiro
