La opinión de Juan José Caseiro tras el FC Heidenhem – Espanyol, que pone punto y final a la pretemporada blanquiazul:
Fin de los juegos
En la coincidencia del último fin de semana olímpico, afrontó el Espanyol su última participación en sus particulares juegos, donde por momentos dejó claro que podía tocar oro hasta que, con los cambios, anhelados por ver caras nuevas, se escabulló la plata de la victoria, y el empate que sabía a bronce se transformó en diploma de buen participante.
Mala sobremesa para Fortuño, batido sin opciones a la enmienda y con dudas en el juego de pies. La importancia de Tejero aumentó al sustituirlo y encajar por su lado el segundo y Romero, entrando más por el centro, dejó la mejor acción en la banana que dio origen al gol. Que sea un golpe lo de Calero o volverán a oírse los cantos de la falta de resistencia. El último bastión del ejercicio defensivo lo completaron Omar, Cabrera y Gragera, con 90’ en el campo que los señalan como los portadores del peso del equipo.
Combinó bien Pol en el intercambio de posiciones en el medio, buscando entre líneas lo que Aguado no se atrevió y debería intentar, dejando la impresión de hacer fútbol a su bola.
Quizá hayamos perdido mucho tiempo alejando a Puado de la zona donde acostumbra a enchufarla, mientras a Milla le queda reinventarse o corre peligro de perder plaza.
Antes del descanso había entrado Sergi, increíblemente mal perfilado en el empate y después Král, que víctima de las ganas hizo las mejores acciones en ataque y salida de balón, pero debilitó la contención. Véliz no ahorró el esfuerzo y a poco que se compenetre, debería darnos alegrías. Casi al final y de golpe, Bauzá que la tuvo dos veces, un Jofre muy común y Brian, burlado fácilmente en el segundo gol. También Gastón, que formó junto al argentino la Copa América de nuestra delantera.
La ceremonia de esta pretemporada se ha cerrado. El único desfile que queda es de las próximas salidas y alguna deseada entrada. Los participantes a estas alturas, para el estreno en Pucela, parecen claros. Con la normalidad con la que se conduce el mister, pocas variaciones al 11 habrá en Valladolid. La llama de las pruebas se apaga y viene la Liga. Y aunque cada uno alberga sus dudas, quizá no sea esta temporada la peor plaza en la que hayamos toreado. Veremos.
Juan José Caseiro
