Se esperaba con cierta ilusión el partido contra el Mallorca después de vencer cómodamente al Albacete. Sin embargo, ayer pudimos comprobar ante un rival que está llamado a estar también en la zona alta de la tabla que todavía quedan muchos aspectos por mejorar. Solo al inicio del choque hubo cierto parecido al partido anterior, pero con el paso de los minutos la transición del centro del campo con los de arriba dejó de ser fluida y ni Melendo ni Wu Lei y menos R.D.T. encontraban situaciones atacantes con posibilidades claras. Solo Embarba parecía que podía ser determinante de cara a portería, pero al final todo quedó en agua de borrajas.
Poco a poco el Mallorca empezaba a funcionar en el centro, igualando la posesión y manejando bien el balón, pero sin la capacidad goleadora de la pasada temporada. Basta con recordar que en el equipo bermellón ya no están ni Kubo ni el Cucho Hernández ni Budimir. Tampoco llegó a nada el ataque balear por el buen trabajo defensivo de Calero y Cabrera.
Quedaba toda la segunda parte para poder mejorar las prestaciones atacantes y tampoco se generó juego ni ocasiones. Sin rematar a puerta es difícil ganar partidos a pesar de mantener la portería a cero y ni con los cambios se produjo el revulsivo esperado. Cuando Vicente Moreno cambia a toda la base del equipo (David López, Fran Mérida, Melendo, Wu Lei y R.D.T.) es que algo falla de verdad. Y más si tenemos en cuenta que algunos jugadores no están a tope como el delantero madrileño o Marc Roca, de los que se ha hablado mucho sobre su posible salida. Su situación no es nada cómoda, pero hasta el 5 de octubre no saldremos de dudas.