Hace pocos días que ha acabado el Tour y hasta el mes que viene no se inicia la Vuelta pero la auténtica contrarreloj empieza este lunes y tiene como meta el domingo 5 de octubre, cuando se cierra el mercado. Este fin de semana se producirá una tregua tensa, en la que los equipos de las principales ligas volverán a examinar sus activos en juego. Las derrotas invocarán las prisas, pero aun así, o asoman los billetes desde la Premier o no habrá nada que hacer. Aquí todo el mundo está tieso. Los controles económicos de LaLiga han convertido la inversión en un imposible y hay que recordar que las ventas constituyen la principal vía de ingreso para los clubes, que están todos en negativo, así que vamos a arrastrar la crisis un par de temporadas. Una metedura de pata de Tebas. Es decir, otra más.
Estas limitaciones han puesto a salvo, de momento, a nuestros cracks, aunque en esta semana loca todo apunta a que se van a producir movimientos. De todo lo que pase, hay que tomar amplia nota como club. Tanto de los buitres que van a acudir a robarnos las figuras a precio de saldo, como de los representantes con maneras de tratantes de carne que pretenderán sacar tajada. Pero muy especialmente de la actitud de los jugadores, tanto si se van, como si se quedan. Y especialmente si se quedan, porque a partir del 5 ya no habrá excusas: hasta enero no se vuelve a abrir el mercado así que hay que dar la cara y meter la pierna. Hay un concepto absolutamente innegociable: el rendimiento.
Tenemos una buena plantilla, desde luego la mejor de la categoría, pero el mercado lo ha desvirtuado todo hasta el punto de que no hemos visto lo mejor de los mejores jugadores y no sabemos si es por culpa de estar descentrados por la coyuntura o bien es que no están en su mejor momento. Tener la cabeza en otro lugar es humano, pero en el terreno de juego debe primar la profesionalidad. No dudo especialmente de la de nadie, pero urge despejar cualquier duda. Es necesario asegurar el rendimiento porque al fin y al cabo los que nos descendieron fueron ellos. Todos los que están aquí han llegado después de un enorme esfuerzo económico del club. Y los que hemos criado nosotros han de ser igualmente conscientes del tiempo y recursos invertidos en ellos. Todo eso debe ser correspondido con compromiso y rendimiento, y no se puede esperar a la suerte que arroja el final del mercado para demostrar este rendimiento, porque por medio hay seis puntos en juego. Dos partidos que deben contarse por victorias si no queremos perder comba en el inicio del campeonato. Hay que ponerse las pilas y le toca a la dirección deportiva, a la que esta semana le van a arder los móviles, recordar su obligación a los más despistados. Sus carreras son muy importantes, desde luego, pero la historia del Espanyol lo es todavía más.
Quants mes jugadors marxin, millor. Ojalá RDT, Roca, Cabrera, David i Darder poguessin sortir. Ho dic en ordre de preferencia. El pitjor seria que l’unic que marxes fos Embarba.