Hacía tiempo que no escuchaba a ‘Tintín’ y este lunes me llevé una gran alegría al verle en la conexión que le realizamos desde La Grada TV. Sin duda, es una de esas personas que me han marcado desde que empecé en el mundo del periodismo. Mi relación con él se remonta a finales de la década de los 90. Márquez entrenaba al Juvenil B del Espanyol, que por aquel entonces jugaba de local en el campo del Europa, cuando yo me iniciaba en esta profesión. Pronto conectamos y fuimos ascendiendo en nuestros respectivos caminos. Él en los banquillos y yo en la grada, no en La Grada de ahora, sino en los asientos que estaban junto al banquillo del Nou Sardenya.
Su apuesta futbolística no tardó en llamarme la atención. Fútbol alegre. Vistoso. Me encantaba. Y durante mucho tiempo pude disfrutar de un juego que, seguramente, tuvo su mejor momento en la final de la Copa del Rey juvenil ganada al Real Madrid (2-0) en junio de 2000 en el Antonio Amilivia de León. Ese día jugaron hasta siete jugadores que después debutaron en Primera: Dani Jarque, Marc Bertrán, Carlos García, Albert Crusat, Jonathan Soriano y Javi Guerra. Y otros que también hicieron carrera, entre los que se encuentra nuestro columnista Jacinto Ela. Y mucha parte de ese título y de esa generación la tuvo ‘Tintín’, un técnico del que incluso los futbolistas que no tenían minutos hablaban bien.
Os explico todo esto porque siempre le he considerado uno de los mejores técnicos que he visto, con una gran capacidad para darle un giro al partido cuando las cosas no van. Por eso me alegré al escuchar las palabras de Luis García al manifestar que era el mejor entrenador que ha tenido en su carrera. Y coincido totalmente con el asturiano en su afirmación de que “ha tenido mala suerte, cuando cogió al equipo no se confió en él”. Aunque no me gusta hablar de fortuna, y menos en el fútbol, con ‘Tintín’ más que mala suerte, fueron algunas decisiones las que propiciaron que no pudiera ofrecer el juego que había demostrado siempre. Y paciencia. Faltó mucha con él.
Ese verano el club necesitaba vender. Nada nuevo. Y todos los números los tenía Luis García. Primero el Tottenham se interesó y después el Benfica apretó fuerte. Estaba más fuera que dentro y así se lo transmitieron al míster desde las altas esferas del club. Todo un contratiempo, aunque le tranquilizaron asegurándole que no habría más salidas. Y ‘Tintín’ trabajó con la idea de que Luis no estaría y que no saldría nadie más. Pero a finales de agosto todo cambió. Riera y Zabaleta, dos de los puntales del equipo, fueron traspasados a la Premier, mientras que Luis se quedó. Cosas del fútbol.
Yo recuerdo que cuando llegó al primer equipo decidió cambiar radicalmente el estilo de juego con un fútbol de ataque para el que no tenía jugadores para realizarlo. Un 4-3-3 al que a parte de Barça y Madrid a muy pocos les funciona. Tuvo suerte que empezó ganando los 2 primeros por la mínima con bastante potra. Se veía venir desde pretemporada que jugando de esa manera la cosa no iba a ir bien y así fue