Se va cerrando una semana en la que ha habido más buenas noticias que malas, y ya era hora, porque corrían unos tiempos en la que seguir la información del Espanyol era casi una cuestión de fe, y ya no me imagino lo que debe haber sido para ustedes. El socio tiene a su entrenador para la próxima temporada y su hoja de ruta para poder mantener el abono en Segunda a un precio más que razonable (con la salvedad de que vaya usted a saber cuándo podemos volver a un campo de fútbol en condiciones).
Lo de Vicente Moreno estaba clarinete. Era tan evidente que el club sabía perfectamente que iba a ser él que era una cuestión de tiempo. En este fútbol de hoy, tanto los jugadores como los entrenadores acaban en los destinos que ellos mismos eligen. Hay muy pocos casos en los que el profesional acaba claudicando pese a tener cláusulas y contratos firmados. Con Vicente Moreno hubo que esperar un poco más de lo deseable aunque tampoco me caben muchas dudas de que durante estas dos semanas se ha estado planificando con él la confección de la plantilla. A la espera de que la fecha que se fije como definitiva para el arranque de la Liga Smartbank, el entrenador va a tener que dejar muy claro quién le puede servir y quién no. Con la pretemporada a menos de diez días vista, lo saludable sería que no hubiera dudas. “Te quiero. No te quiero. Pero si te tengo, te voy a utilizar. No me molestas…”. De lo bien que pueda y sepa manejar Moreno esta situación con sus jugadores en los primeros días de entrenamiento podremos sacar cosas muy positivas.
En paralelo a la difícil tarea de darle la vuelta a la plantilla, el club ha estado haciendo un trabajo de hormiguita con los llamados ‘agentes sociales’. Y me parece hasta saludable que los responsables del club que conocen de primera mano la vida social del espanyolismo se hayan acercado al aficionado. No es momento para obligar a nadie, y menos para mandar mensajes dramáticos. Es el momento de concienciar, de poner en valor el inminente 120 aniversario y de que el socio/abonado sienta que su papel es importante aunque suene a contrasentido, en unos meses en los que ni siquiera se puede ir al estadio a animar, silbar o dormir. El club ha encontrado muy buena predisposición en la grada, como la que ha transmitido Moreno en sus primeras horas en la casa. Es indudable que hay 120 razones para pensar que todo lo que está por venir es mejor de lo que estamos todavía digiriendo, algo que, dicho sea de paso, no es demasiado difícil. Sigamos.