La llegada de las televisiones privadas en los 90’ fue la llave para que fluyeran los millones hacia los clubes de fútbol. De aquel maná los que más se beneficiaron fueron los jugadores al aumentar su caché por la puja de los equipos por llevarse a los mejores. Ese boom llevó a muchos clubes a endeudarse más de la cuenta.
Ahora la tele parece que vuelve a ser el salvavidas al que varios equipos fian su futuro. El nuestro entre ellos. Hay que reconocerle el mérito a Joan Collet que ha sabido seguir la presa de la venta centralizada hasta que ésta ha caído, pese a las reticencias de Zipi y Zape que son quienes mandan en la Liga y que han conseguido mantener su estatus de privilegio contra viento y marea.
La LFP ha logrado en el primer año de venta centralizada aumentar considerablemente los ingresos y sigue incorporando nuevos países a las retransmisiones de la Liga, esta misma semana cerraba un nuevo acuerdo en China por 64 millones de euros.
Además, han creado una empresa junto a Mediapro con la que comercializar, de forma conjunta, patrocinios a nivel internacional, lo que supondrá más ingresos y acercarse a lo que facturan ligas como la inglesa, a la que están emigrando los mejores jugadores nacionales.
Afortunadamente, las normas de fair-play económico con los que se ha autorregulado la Liga impedirán que se vuelvan a cometer las locuras de los 90.
El Espanyol, que ya ha aumentado en casi 10 millones sus ingresos para esta temporada, espera incrementarlos, antes de tres años, un 40% más, consiguiendo hasta 50 millones anuales por sus derechos.
Cuando el presidente decía que había otras soluciones para el Espanyol, además de la venta del club -opción que sigue sobre la mesa y puede ‘estallar’ en cualquier momento-, está claro que pensaba en los beneficios que reportarán esas paladas de millones. Un caudal dorado que debe servir para cumplir con Hacienda, aligerar la mochila de la deuda a corto plazo, refinanciándola a largo, y reforzar los dos pilares del club: el primer equipo y el fútbol base. Ganar competitividad nos generará más ingresos directos en este nuevo sistema de retribución de los derechos, tanto por las ratios de asistencia al estadio y socios que aumentarían, como por los premios que se consiguen por clasificación. En cuanto al fútbol base, a nadie se le escapa que es la inversión más rentable del club -tanto a nivel deportivo como económico-, ahora que se han vuelto a aplicar criterios lógicos.
El aumento, gestionado de forma racional y transparente puede ser la solución a nuestros problemas. Aquí el papel de la oposición debería ser más relevante, más teniendo en cuenta las ‘ganas’ de dejar la primera línea de los accionistas principales.
Lunes negro
Pero la televisión, además de lucrativa, es el mejor escaparate para un club de fútbol, tanto para promocionarlo como para cohesionar a su afición, por ello sigue siendo preocupante el menosprecio local al que nos somete TV3. Sirva como ejemplo, sin ir más lejos, el lunes pasado. El lunes es mi día de fiesta y uno de los placeres a los que me abandono es ver la tele desde el sofá. El día anterior había jugado el Espanyol frente al Southampton y esperaba alguna repetición, algún comentario… Nada. Cero. Ni un segundo. Peor aún; escocido por la experiencia me dediqué a cronometrar el espacio de deportes. En el Telenotícies Migdia la información deportiva duró 8’ 34”, de los que cinco minutos fueron para ‘el otro Llagostera’ de Luis Enrique, que también jugó el domingo, y el resto, polideportivo. Sin noticias del Espanyol.
Por la noche no fue mejor. Hubo, eso sí, noticias del Barça de fútbol, del Barça de balonmano y –agárrense- del Barça de fútbol sala. Y no creo que fuera un día excepcional…
Ahora que ya no son uno de nuestros principales patrocinadores tal vez habría que demandarles más a menudo que cumplan con la función social que les exige la Constitución, más aún tratándose de una televisión pública.
Duran i Lleida dijo la semana pasada que TV3 es como el NO-DO de Franco por su falta de pluralidad, yo añadiría que, además, en vez de en blanco y negro, emite ‘en blau i grana’.