Se cerró el mercado y es el momento de hacer una primera valoración de cómo queda el equipo tras el culebrón del límite salarial, límite que al final suena a excusa porque, que yo sepa, Chen no traía la maleta llena de yuanes, sino que se han buscado fórmulas para conseguir los refuerzos, precisamente lo que se señalaba desde el Consejo. ¿Qué ha pasado entonces? A mi entender, tras la experiencia del año pasado, en la que se dilapidaron un buen montón de millones en Roberto y Álvaro, el área económica del club se ha mantenido firme y no se ha movido un ápice de los parámetros marcados previamente. Se apostó fuerte por Diego Reyes y no se ha querido hipotecar la partida presupuestaria que habían comprometido para adquirir al mexicano hasta el último día, a la espera de que el Porto cediera. Paralelamente se ha trabajado en otras opciones que al final han llegado. Lo peor de esta época de incertidumbre han sido los nervios de la afición, provocados, por una parte, por el exceso de optimismo que se vendió desde el Consejo con declaraciones demasiado alegres: “habrá fichajes ilusionantes”; “haremos el mejor Espanyol de la historia”, por no recordar aquello de que “en tres años, Champions”, y tampoco ha ayudado la derrota contra el Leganés
No se puede negar que se ha hecho un esfuerzo por mejorar. Se ha consolidado el bloque y los refuerzos son de calidad, experimentados y con ADN perico, otra cosa es si el equipo está equilibrado. Personalmente sigo viéndolo descompensado: mucha calidad del centro del campo hacia arriba y una defensa, otra vez, en construcción. Mal teniendo en cuenta que Quique basa su juego en la solidez defensiva. Y, además, hay un cierto overbooking en el centro del campo que Quique deberá gestionar. El míster tiene cartas para jugar, veremos cómo las reparte.
Frenazo chino
Sin querer quitarle (toda) la razón al vicepresidente García Pont, el argumento de que el frenazo chino es el culpable de la falta de inversión, no se sostiene. Antes de que las instituciones chinas pusieran el ojo sobre las inversiones en el extranjero, aquí ya nos habían dicho por activa y pasiva que el Espanyol debía ser autosuficiente, por lo que no esperábamos un alud de millones; se habló de seis o siete fichajes y así ha sido, si aceptamos como fichajes la compra en propiedad de Baptistao, Diego López y Piatti, el último ya comprometido. Otra cosa es que los fichajes realizados fueran ‘las primeras opciones de la lista’, algo que quedó como un brindis al sol de cara a la galería.
En el caso del Espanyol, el grueso de las inversiones ya se ha hecho, otra cosa es lo que haga Chen con los créditos que le ha concedido al Espanyol a través de Rastar Group. Creo que las palabras de García Pont se deben de ver como un intento de frenar la euforia de la afición a la que las optimistas declaraciones de los dirigentes le habían dado la coartada perfecta para exigir y sentirse engañada en caso de no lograr los ambiciosos objetivos señalados: Europa ya, por lo menos…
Y como último argumento recordar que, tal como han señalado siempre desde el Consejo, la rentabilidad económica de la inversión en el club llegará con la internacionalización del equipo: estando en Europa de forma continuada, dudo que ese planteamiento haya variado.