Dentro de una plantilla de clase media como la nuestra, es un privilegio tener jugadores como Sergio García. Te dan ese plus de calidad que te ilusiona a intentar cosas importantes. Hemos tenido la fortuna los últimos años de disfrutar de muy buenos goleadores, que es lo que se paga en este deporte. Desde Tamudo, pasando por Osvaldo hasta llegar en la actualidad a Sergio García. Tres fuera de categoría que más de un grande de Europa hubiese querido en sus filas y que, además, han tenido su momento culminante en nuestro club. La baja de Sergio García se notó mucho y evidenció quien es, actualmente, el buque insignia del equipo. Sergio ha de utilizar esta consideración en beneficio del grupo y ser lider dentro, pero también fuera del campo.
Ante el Elche tenemos otra de esas bajas que pueden resultar cruciales. El planteamiento de Sergio, con dos puntas y un medio centro más posicional, necesita de un centrocampista de recorrido que haga quilómetros para no fisurar el equipo entre el centro del campo y la delantera. Ante la baja de Víctor Sánchez, cabría la posibilidad de jugar con un solo delantero y reforzar el centro del campo, sobre todo jugando fuera de casa, contra un equipo que se basa en el orden táctico. Aquí entrarían en juego diversas variantes como las de Álex, Salva Sevilla o Abraham, combinados entre sí, por delante de Cañas. Éstos deberán tener llegada para no dejar naufragando a Sergio en una isla.
Nos encontraremos con un Elche con varios expericos en sus filas: al gran Coro todos lo conocemos y ya nos las ha hecho pasar canutas varias veces; Pelegrín es un experimentado defensa al que le llegó tarde el premio de la primera división; lo mismo le ha sucedido a Albacar, todo un especialista a balón parado. Lo saca todo. Y todo, muy bien. Deseo a mis excompañeros toda la suerte del mundo, sobre todo a partir del domingo.
La Parece que ha pasado una eternidad desde el último partido cuando en realidad tan sólo ha transcurrido una semana desde ese matx contra el Dépor. Esa batalla de las enemil ocasiones en la que ninguna entró en la portería rival. Y parece mentira. Más de catorce incursiones del ejército perico, y ningún beneficio en el marcador más allá de la satisfacción y la complacencia de muchos minutos de comunión con la grada. Eso fue un lujo.
Ahora toca medirse ante el Elche. Será lejos del Power8 Stadium. ¡Ojo! Tenemos en la memoria RAM esos dos golitos que Ferran Corominas regaló al Espanyol la temporada pasada. Fue en forma de venganza, quizás como pago al ninguneo al que Pochettino le había sometido antes de dejar el club. Ya se sabe, que es una pena que se sirve fría. El resultado: 2-1. Fue un partido que también dejó un expulsado, Víctor Sánchez, y que precisamente no estará hoy en la alineación por tener que cumplir un ciclo de cinco amarillas.
Coro sacó entonces su hacha de guerra contra un RCDE que acumulaba por entonces tres derrotas consecutivas. Ahora las circunstancias son bien diferentes, pero el hacha de guerra sigue levantada en el vestuario blanquiazul para no dejar que se diluya la ola de ilusión que el equipo está regalándonos. Quién nos ha sorprendido es Sergio García, que una vez más ha superado los pronósticos de recuperación en una lesión muscular. Esperemos que nos deleite con su cortante regate, su aguda visión para asistir a los compañeros de ataque y desarme al enemigo en el Martínez Valero.
A quién le han dado un buen hachazo es a la empresa de autobuses del Espanyol. Las tres letras malditas del otro vecino de la Diagonal en el techo del bus de los jugadores desató la ira de los aficionados en las redes sociales. ¡Los tuits se convirtieron en armas arrojadizas! Un suceso curioso a la postre a pesar del enojo estólido de muchos. Creo que es mejor hacer un sano ejercicio de humor negro que dejarse llevar por el humor pecante del odio intenso.
Por cierto, se preparan también las hachas para la próxima Junta General de Accionistas. Nadie dijo que esto iba a ser un camino de rosas para Collet. Él ya lo sabía. Y, si me permitís la imagen gráfica, asumió el riesgo de que la herramienta esté cual espada de Damocles. Si no conocen la leyenda, les diré que la lección moral bien la entienden aquellos que ostentan el poder.