Las piernas nos pesan demasiado. Contra el Atlético de Madrid, el equipo saltó al campo atenazado por la responsabilidad. El haber sumado un punto de quince posibles antes del choque contra los ‘colchoneros’ obligaba a los jugadores a ganar sí o sí en un escenario complicado. Y esta situación repercute, sin duda, en los jugadores, que se encuentran bajo la presión de sacar el partido adelante como sea.
El Atlético tampoco era un rival fácil. Es un conjunto muy compacto, que mantiene una dinámica muy positica de juego. En Cornellà-El Prat se dieron cita la cara y cruz de la competición. Los de Simeone apretaron un poco en la primera parte y con este arreón tuvieron suficiente para llevarse el partido.
Un comienzo de choque en el que al Espanyol le temblaron las piernas. Los pases no se aseguraban, no había claridad de ideas y encima a la media hora de juego nos encontramos con un gol en contra en el marcador, que representaba jugar con una losa encima.
Todas estas dificultades influyen en el jugador. Hace que las ideas en la cabeza no fluyan como es debido y que en muchas ocasiones las decisiones no sean las correctas a la hora de leer el partido.
En la primera parte, la diferencia entre la dinámica de uno y otro equipo ha sido cuando se ha hecho más evidente. El Atlético es una escuadra que marcha en la zona alta de la tabla y que mantiene un nivel ascendente. El Espanyol juega bajo la presión y la responsabilidad de la crítica clasificación. Sin embargo, cabe destacar el esfuerzo de nuestros jugadores en luchar por intentar superar la adversidad.
Así en la segunda parte, los futbolista se han dejado ir más. Han dejado en el vestuario la pesada losa que les atenzaba y se ha visto cierta mejoría. También es cierto que no han llegado con ocasiones muy claras al área rival, pero sí que se han creado ocasiones frente a un rival sólido y peligroso.
En el aspecto táctico ha quedado en evidencia que el ‘trivote’ no funciona. Se empleó contra el Betis en la pasada jornada por primera vez y en ésta, frente los rojiblancos se ha vuelto a poner en práctica con resultados muy limitados. Se tienen que buscar soluciones, aunque la del ‘trivote’ no ha sido efectiva para que el equipo funcione mejor. Y en este sentido, el cambio en la primera mitad de Cristian Gómez por Rui Fonte ha sido para finiquitar el ‘trivote’ y abrir el juego por las bandas.
Otro inconveniente es que el Espanyol ha jugado con dos puntas, pero no ha tenido un juego exterior que permitiese desbordar, llegar hasta la línea de fondo y lanzar buenos centros al área. Los laterales, pese a su esfuerzo, no han desarrollado con éxito esta posibilidad y a los delanteros no les han llegado pelotas claras. Esta temporada no tenemos ese hombre de banda como Coutinho o Weiss capacitado para irse por velocidad. Una opción que sería muy interesante de explotar.