Como casi todo en la vida, los resultados marcan la agenda. En un partido sin alardes, encajar cinco es excesivo. Tener cuatro ocasiones en el campo de un rival, que luchará por ganar el campeonato y cuyo presupuesto es no sé cuántas veces el nuestro, no es sencillo. La temporada pasada se ganaron muchos partidos haciendo media ocasión y eso dio pie a hablar de equipo bien trabajado –que lo estuvo-, pero no siempre se tendrá ese nivel de eficacia.
Este tipo de partidos requiere de dos premisas: rayar la perfección –que no se hizo- y que el rival esté por debajo de su nivel. El partido deja cosas preocupantes. En la zaga, varios jugadores inéditos, faltos de ritmo, es demasiada ventaja –aparte David López estuvo varios días de baja en pretemporada y eso afecta-. El esquema del equipo se basa en la consistencia defensiva -sin ella no tenemos nada que hacer- y, luego, que la calidad de los de arriba haga el resto. En el dibujo de Quique son muy importante los binomios: lateral y banda, pareja de pivotes, delanteros, pero si alguna requiere de compenetración y coordinación es la pareja de centrales. Diego Reyes, sin ser nada especial, consiguió un alto grado de sincronización con David y ambos se hacían mejores. No obstante, ese asentamiento requirió de tiempo. Tiempo del que este año no disponemos. Se fichó tarde a Naldo y Sergio Sánchez, no se confía en Hermoso y su titularidad en el Camp Nou me suena más a ponerlo en el disparadero que a una relativa oportunidad. Tiene una gran salida de balón y capacidad de mejorar, pero ahora, para mí, está tierno.
De las variantes tácticas de Quique podríamos opinar y destruir pero no me gusta hablar a toro pasado y sus razones tendría. Evidentemente, no le salieron bien. No solo por condenar a Darder a la banda, sino por tener que descolocar a Piatti a la derecha. Son mejores y desde la barrera vemos muy bien los toros, sin embargo, sí eché a faltar mucho hacer un partido trabado, con contacto, duro y aguerrido dentro de los límites. Del árbitro no voy a hablar. Viendo una imagen de dónde estaba ubicado en el primer gol es normal que no viera el fuera de juego. La última victoria nuestra allí, ellos se quedaron con diez por una expulsión de Keita en una falta que me hizo a mí y donde fui oscarizado. Son los detalles que cambian los partidos. Para concluir, y sin entender mucho del tema sobre si hay que denunciar o no, solo diré que me empezaré a preocupar si algún día no somos insultados en territorio hostil.