Me resulta tremendamente fastidioso tener que escribir sobre algo que sucedió hace una semana y sobre lo que se ha publicado hasta la saciedad. Sobre todo porque coincido con lo que ha expresado la mayoría, especialmente en “La Grada”. En definitiva, a mi tampoco me gustó la primera parte contra el Levante. Quiero y deseo ser benévolo y lo dejo aquí. Cierto que al comienzo de la segunda parte, durante unos minutos, vimos al Espanyol que nos gustaría ver todos los partidos del año, y todos los minutos de cada partido. ¿Es eso posible? El comportamiento de nuestros jugadores, que oscilan más que un péndulo, que aparecen y desaparecen como los Ojos del Guadiana, que se hartan de conjurarse una y otra vez…. ¿para qué?, ese comportamiento me hace pensar que no, no es posible, que adquieran un regularidad ni que fuera al 50% de sus posibilidades reales. Y las paradojas son constantes, no en balde, contra el Levante, los mejores minutos fueron cuando dejó de estar en el campo Marco Asensio. ¿Significa ésto que el balear es una rémora para el juego del equipo? Yo no quiero pensar en eso, pero es evidente que el resto de los jugadores al no estar pendientes de su maestrazgo, no lo buscaban y se dedicaron a pasarse el balón, los unos a los otros, con alegría, velocidad y rabia para buscar el empate. Aún así, pobre resultado el nuestro. Ir a buscar el empate, en casa y contra el colista… No acierto a entender nada.
Lo que sí clama al cielo es el rendimiento de Enzo Roco. Ha ya unos artículos escribí que era el peor defensa central de los últimos años. Me reafirmo en lo dicho. Sus errores son de párvulo, impropios de un profesional que debe estar suficientemente pagado para su categoría, si es que la tiene, porque hasta hoy yo no le he visto nada. Y mientras estamos echando a perder por falta de juego y de motivación a Raillo, un canterano que apuntaba maneras los partidos de comienzo de temporada. Estoy harto de repetir hasta la saciedad que si se ficha a un jugador foráneo es porque el que llega es tremendamente superior a los que nos puede dar la cantera. Roco no lo es. En cuanto a Ciani, merece otra oportunidad. Ya sé que me repito, pero hay tan pocas cosas de las que hablar.
Creo que a nuestros jugadores, constreñidos a tácticas férreas les falta la chispa de la individualidad. No se atreven a hacer nada que no esté incluido en el guión. Les falta frescura, valentía para echar p’alante. Estoy harto de ver cómo un defensa coge la pelota, se pega una carrera de 30 metros al carecer de oposición y cuando parece que va a culminar la jugada, se frena, da media vuelta y se la pasa a un compañero que está más rezagado, si no al mismísimo portero. Y este compañero de la defensa, cada vez que da un pase largo, la pelota acaba ¡siempre! a los pies del contrario. Observen los vídeos y díganme cuántos pases largos aciertan Roco y Álvaro. Y Cañas cuando juega. Pau López debería saltarse la defensa y entregar el balón directamente a alguien del centro del campo, para su propia seguridad. Aunque en el centro del campo tampoco tenemos a un Pirlo, o un Di Baggio. ¡En fin! Que Dios nos coja confesados porque si no ni la extremaunción nos llegará a tiempo.
Endavant les atxes, Espanyol