Estas dos semanas sin fútbol le han venido bien a la afición del Espanyol. La mayoría de los pericos nos hemos desprendido de las malas sensaciones que nos dejó el partido ante la Real Sociedad. Ahora que ya han pasado diez días de aquella derrota y hemos superado la frustración que supuso, es buen momento para hacer un análisis más frío de lo que llevamos de temporada. Yo he realizado este ejercicio y mi conclusión es que no tengo miedo del porvenir
Esto no significa que piense que va a ser una temporada tranquila. Seguro que vamos a sufrir porque siempre lo hacemos, estemos en puestos de descenso o en la mitad alta de la tabla. Siempre llega una racha negativa, como la actual, en la que vemos como se acercan los farolillos rojos y se aleja la zona noble de la clasificación. No obstante, me niego a pensar que el Espanyol es candidato al descenso por varios motivos que enumeraré a continuación. Entre mis argumentos, no voy a decir que hay tres equipos peores que nosotros en LaLiga, que eso ya está muy visto.
En primer lugar, me tranquiliza mucho ver que Diego Martínez y sus jugadores reman en la misma dirección. Esta buena sintonía entre entrenador y futbolistas no se dio en la temporada 2019-20 y mejor no recordar cómo acabó. Es cierto que un vestuario unido no gana partidos por sí solo, pero es un punto a favor cuando llegan las malas rachas de resultados, como la que estamos atravesando.
Por otro lado, no exagero si digo que todos los goles que ha encajado el Espanyol hasta el momento vienen de fallos individuales. Ninguno me ha parecido mérito del rival. Me niego a pensar que esta racha de errores propios se vaya a alargar mucho más. No es normal que Leandro Cabrera cometa tantas pífias ni que al portero le quiten el balón de los pies dos veces en seis partidos ni que expulsen a un defensa por soltar ligeramente el brazo como le paso a Sergi Gómez. Cuando esta concatenación de desgracias acabe, estoy convencido de que se demostrará que el sistema defensivo de Diego Martínez es mucho más eficiente de lo que demuestran los doce goles que llevamos encajados hasta el momento. Buena prueba de ello es que el único partido donde ningún jugador del Espanyol cometió un fallo grosero, acabó con la victoria de los pericos en San Mamés.
Por último, la plantilla que tenemos aporta bastante confianza. El equipo blanquiazul cuenta con uno de los mejores centrocampistas de LaLiga como Sergi Darder. Además, dispone de una pareja de delanteros de alto nivel como Joselu Mato y Martin Braithwaite, que ya suman cinco goles, y un portero como Álvaro Fernández, que ha rendido a un nivel más que óptimo si no tenemos en cuenta su grave error en el Reale Arena. Sin entrar en más detalles sobre la plantilla, un equipo con estos mimbres no creo que sea candidato al descenso.
Para acabar, solo deseo que usted acabe de leer este artículo con la misma motivación, que me he generado yo mismo escribiéndolo. Quiero jugar ya contra el Valencia CF. Yo no tengo miedo.