El Espanyol está atravesando un mal momento y ello ha encendido las luces de alarma. Normal, piensan en el club, por mucho que intenten lanzar mensajes de tranquilidad y optimismo. Los jugadores, los verdaderos y finales actores de todo esto, lo dicen con la boca pequeña, excepto uno: David López habló claro en rueda de prensa el pasado jueves. Y se agradece esa autocrítica y el ponerse en la piel de la afición. Al fin y al cabo, club y afición no dejan de necesitarse el uno al otro; son como esas parejas que para que la relación vaya bien han de tratar temas espinosos y hablarlos sin tapujos. Son las relaciones más sanas.
El de Sant Cugat debió ver el discurso de José María Giménez semanas atrás después de una derrota del Atlético de Madrid -aunque personalmente opino que al capitán le salió de dentro; pocos jugadores más pericos que él hay en la primera plantilla-. El uruguayo admitió que el equipo no estuvo a la altura. Como hizo el ‘15’ blanquiazul en rueda de prensa. Pese a que a muchos no les convenza su discurso o simplemente por ser quien es.
¿Por qué cuento esto? Pues porque en este club falta alguien que diga las cosas claras. Que hable claro, como lo hizo nuestro capitán. Pero que no salga de pascuas a ramos, diga cuatro cosas para contentar al aficionado y se vaya. Alguien que haga autocrítica, que sea claro, que haga que nos lo creamos. Y por muy buena que fuera la intención de David López, salió a tratar de rebajar la tensión o admitir el momento de dificultad tarde; además, no es la persona que debía haberlo hecho.
Con un presidente a casi 10.000 kilómetros al que en los dos últimos años hemos visto en contadas ocasiones y que en su última comparecencia hizo cero autocrítica, un traductor-consejero que intenta pasar lo más desapercibido posible, un consejero delegado que trata de quedar bien siempre y con todos aunque acabe metiendo la gamba –ay, esa frasecita de la PlayStation…– y un director deportivo con la soga al cuello desde hace demasiado por operaciones de dudoso éxito, da la sensación que la distancia entre club y afición es cada vez más grande. Nadie dice lo que ocurre y el ambiente entre los pericos es de abandono, de que el Espanyol ha dejado de lado a su gente y actúa como una empresa. Y ya me perdonarán desde el club, pero es totalmente comprensible.
Un portavoz firme, con decisión y que diga las cosas como son. Eso es lo que quiere el socio y lo que agradecería. Porque cuando las cosas se tuercen, por mucho que los números de las semanas anteriores no sean malos, no se puede mirar hacia otro lado como se está haciendo. Y más teniendo en cuenta un calendario tan duro como el que le viene al Espanyol en el próximo mes. Hay que ser claros y sinceros con la gente. Y más con los que están en tu propio barco y sienten estos colores. Ese jugador número 12 del que tanto presume el club y del que tira cuando lo necesita y le conviene. Sean justos y honestos. No pasa nada por ser autocríticos. Les sorprenderá el resultado y la respuesta de una afición que ha demostrado estar siempre al lado de su equipo. El Espanyol y sus dirigentes, si no quieren una relación tóxica con su gente, deben tratar esos temas complicados con tal de encauzarla. Porque pase lo que pase, uno y otro siempre se van a tener.
Me alegro de que ahora os deis cuenta de todo los que escribimos aquí hace mucho pero mucho tiempo que lo decimos menos mal que la prensa ya se este dando cuenta de que el club es una empresa mal muy mal , que hay 3 personas que sobran y que para el bien del club hay que hacer limpieza de jugadores y de personas que tiene toda la confianza el sr.cheng y que lo llevan engañado. O igual nos tiene engañados a nosotros pero lo único que necesitamos conseguir es que se vayan y se limpie el club para según el llegar a esa comunión que no existe ni existirá aunque los resultados acompañen. Limpieza y de la buena necesita este club.
David López es perico.
Darder, Mérida, Sergi Gómez, Miguelón, Óscar Gil, Vadillo, Dimata, Rufete, VM, Wu Lei…son muy malos, vienen de una misma agencia, o a cobrar unos años tocándose los huevos.