Encajar un gol en los primeros compases de partido resulta siempre un ‘handicap’ que obliga al equipo que lo sufre a ir a remolque.
El Espanyol vio como en el minuto seis el Levante se le ponía por delante en el marcador. Independientemente del error de Enzo Roco, el equipo no puso en esta primera parte el empuje que sí se vio en la segunda.
En los primeros 45’, los blanquiazules dejaron tocar a los jugadores ‘granotas’. Su centro del campo estuvo cómodo y Rubi, un técnico experico, ha sabido dotar al Levante del gusto por tocar y mover el balón. Aunque también es cierto que sus aproximaciones no representaban excesivo peligro para la puerta de Pau López.
La dificultad para el Espanyol en este período incial fue la incapacidad para trenzar jugadas. El centro del campo era del Levante, que se hizo dueño y señor de esta parcela, mientras que los nuestros no contactaban con la delantera y se jugaba a verlas venir.
De este intervalo, solo cabría resaltar dos momentos puntuales, un remate de Víctor Álvarez y otro de Caicedo. Mientras que quien ofrecía más lecciones de fútbol era el Levante.
Un panorama que cambió en la segunda parte. El Espanyol demostró mucho más empuje con la participación de Gerard Moreno en ataque. Su salida al campo ya la tenía pensada el técnico Sergio González, pero el golpe que recibió Marco Asensio precipitó la decisión.
También mejoró el equipo con la recuperación de la zona ancha. Los jugadores del Levante dejaron de controlar la media y esta situación provocó que el equipo estuviese más cerca del áreal rival, aumentando, de esta manera, la sensación de peligro y de que el gol podía llegar en cualquier momento.
Gerard Moreno se lanzó para cazar un balón que había centrado Víctor Sánchez. Marcó y era el justo premio a estos veinte o veinticinco minutos de intensidad y ganas que había demostrado el equipo.
Posteriormente, el partido se equilibró y el empate final sacó a la luz que al equipo le cuesta salir, aunque sea con el colista y que a Sergio González se le presenta el dilema de utilizar a Marco Asensio para elaborar más el juego o escoger a Gerard Moreno para el fútbol más directo. Al final partidos habrá todos.