El Espanyol planteó el partido en Levante muy preocupado por contrarrestar las incorporaciones de los carrileros Marc Pubill y Son, obligando así a Puado y a Vilhena a ejercer en defensa prácticamente de laterales formando una línea de seis jugadores atrás en muchos de los ataques del equipo de Alessio Lisci. El equipo perico quería evitar las situaciones de superioridad numérica en las bandas, quizá demasiado receloso a la hora de defender los centros laterales, unas acciones que el equipo blanquiazul no acaba de defender bien esta temporada y que han costado muchos puntos en este campeonato. Aunque, si ese era el plan, faltó contragolpear con éxito cuando recuperaba la pelota, algo que solo sucedió en una ocasión en la que Puado asistió a RDT que no pudo zafarse del acoso de Óscar Duarte cuando ya pisaba el área adversaria.
Tampoco se encontraba el Espanyol del todo entonado en la circulación del balón en ataques posicionales. El Espanyol fue un equipo previsible con balón, con poca profundidad por las bandas y por encima de todo demasiado dependiente de Sergi Darder. Es tanta la dependencia que el juego ofensivo del Espanyol tiene de Darder que el centrocampista se ve obligado en demasiadas ocasiones a recibir en una posición mucho más atrasada de lo que es su posición natural en ataque. Da la sensación de que el equipo perico tiene pocas ideas y muchos problemas a la hora de salir circulando desde atrás pero esa aparición constante de Darder para recibir en su propio campo y ayudar en el inicio del juego hace que el jugador perico deje de recibir más veces en zonas del terreno de juego donde es mucho más productivo. El Espanyol en ataque desviste a un santo para vestir a otro. Y es que Darder es mucho más eficiente y mucho más productivo cuando recibe en campo contrario consiguiendo crear situaciones de profundidad en el juego como la del preciso pase que da a Puado brindándole el 0-1. Unos minutos después volvió a servir un gran pase dentro del área que cabeceó a la base del poste Vilhena. El equipo perico paga un precio demasiado caro limitando las apariciones de Darder en campo contrario y RDT es uno de los jugadores que más sufre el hecho de que su mejor aliado en estos momentos esté tan lejos de él durante muchas fases del juego.
Después hay historias que desgraciadamente se repiten una y otra vez con el paso del tiempo. El Levante marcó, una jornada más, tras un centro lateral, si bien es cierto que Joan García no estuvo acertado a la hora de salir y prolongar un balón que parecía que Cabrera hubiera podido cabecear. Y además el Espanyol dejó en Levante dos sensaciones tristemente familiares en los últimos tiempos, la primera de ellas es la sensación de haber podido hacer mucho más y la segunda es la impresión de que la gran mayoría de los jugadores que salen del banquillo aportan demasiado poco.