El obituario del ‘torneo apertura’ con el que Diego Martínez bautizó la primera parte de esta liga ‘interruptus’, debería mencionar el recuento de desgracias, la trascendencia de sus reiteradas decisiones y la pérdida de significado de algunos de los discursos que hoy nos parecen papel mojado.
Ni de rojo Spiderman se libró Lecomte de una carambola que acabó en gol, cuando había parado más de cuatro.
Los días de plomo en las botas de Óscar Gil, transforman el carril derecho en autopista al infierno.
Un inédito centro de la defensa, por la sanción de Cabrera, desvió a Sergi Gómez a la izquierda que se lució en una carrera ‘a lo Rudiger’ pero en blanco y Calero confirmó que ha sido el mejor hasta ahora en la zona.
Brian Oliván se fajó en labores de boina verde en maniobras, hasta que le descubrieron y se acabó lo que aventuraba.
Keidi Bare volvió a quedarse con uno de los dos puestos pendientes, que son la patata caliente del mister.
Echando cuentas, Vini Souza ha dado más que debe, pero sigue dando razones por ralentizar los ataques.
No pierdan el tiempo en buscar semejantes a Darder; empléenlo en complementarlo.
El mundialista Braithwaite se ha desconectado y en el campo o no le entienden o él no se explica.
El acento, Puado, siempre se pone en las esdrújulas, el equipo. Y está sin significado.
En Joselu todo es importante, incluso cuando los goles eran de otros, pero los entrenadores rivales empiezan a saber aislarlo.
Ni con la derrota se reacciona rápido y así llegaron aislados un Aleix Vidal que hizo por marcar y Edu Expósito que esta vez rimó con despropósito; Lazo no se bien para qué, Melamed sin apenas espacio y Dani Gómez, en modo videojuego: el FILFA.
Cuando ya no quedan palabras para explicar tanta desgracia, empiezo a dar por bueno el Mundial de invierno. Cerrado el torneo ‘clausura’, que es la denominación que correctamente se le debió dar, porque nuestro invierno es el verano austral en el otro hemisferio, apacígüemos este tormento y manténgamos el corazón en constantes bajas. Nos quedamos fuera del descenso y la parte contratante deberá conseguir que la segunda parte de la liga nos arranque de esta maldición. Esperanzas, pero mientras ustedes y yo, nos merecemos una pausa, nos merecemos ‘descansar en paz’. Ya me entienden …